“Tengo una suerte enorme de tener a mi esposa a mi lado”
Así que podría comenzar este post agradeciendo a la familia por su comprensión. Es evidente que no les gusta que esté tantos días fuera de casa y además, cuando llego estoy cansado y, prácticamente, preparando el siguiente.
La que más lo sufre es mi esposa Isabel. Tengo una suerte enorme de tenerla a mi lado, cuidando tan bien de la familia y de mí, y encima soportando tantos viajes y ausencias. Sin ella, no habría sido posible y se merece un gran reconocimiento. Sobre los viajes, ya os conté cómo fuimos a Maldivas, (casi casi) por vacaciones. Durante el año muchas veces no podemos hacer planes como el resto de amigos y familiares, pero la verdad es que tampoco en vacaciones. Y es que cuando llega el momento de descansar, a mí dame un destino cerquita y mucha tranquilidad. Nada de grandes ciudades, circuitos o visitas varias. Cuando llegan esos días, lo que me apetece es una playita y mucha paz.
“Me gusta viajar en aviones comerciales y siempre voy sin móvil”, apunta Luis Riu
Muchas veces me preguntan por qué la cadena no compra un avión privado con este ritmo tan frenético. Pero yo me mantengo en mi decisión de volar con aviones comerciales, al menos mientras mi salud y fuerza me lo permitan.
Y es que uno podría pensar que el avión privado es todo ventajas, pero no es así desde mi punto de vista. Normalmente, mis destinos están bien conectados, y si todo va bien, me gusta la privacidad que me otorga ser una persona anónima en un gran avión. A la ida, porque voy tranquilamente, ilusionado en la preparación del viaje, concentrado en el proyecto que ocupa en ese momento. Y a la vuelta, porque es un momento dulce en el que me gusta relajarme, descansar y pensar en el momento de llegar a casa. Además, si pensamos en la contaminación, es mucho más responsable mantener mi decisión.
“Si pensamos en la contaminación, es mucho más responsable viajar en avión comercial que tener un avión privado”, opina Luis Riu
Viajando es cuando más valoro no tener móvil. Los viajes que hago son cortos, siempre con la intención de estar de vuelta a casa el domingo. Si llevara el móvil encima, estaría constantemente recibiendo mensajes, llamadas y correos electrónicos. No sería posible concentrarme como lo hago.
Durante las visitas de obra, mi atención está 100% puesta en el proyecto. Cuando cae la noche, llega el momento de revisar los correos electrónicos y despachar, pero durante el día no. Si es necesario localizarme por una emergencia, siempre estoy acompañado.
¿Cómo organizar el trabajo del Grupo RIU sin teléfono móvil?
Y sin móvil, ¿cómo hago las cosas que todos los demás se han acostumbrado a hacer con él? Pues como se han hecho toda la vida.
Por ejemplo, lo primero que meto en la maleta es el despertador. En lugar del maps, confío en el taxista, el chófer o mi gente en los destinos. Y para organizar mi agenda, llevo tantos años haciéndome un planning de viaje anual sobre el papel, que no me veo ya cambiándolo. Para mirar las noticias, para el entretenimiento, o para despachar cuando llega la hora, sí que tengo mi tablet, no soy del todo ajeno a la tecnología.
Anécdotas, gustos y preferencias en los viajes de trabajo
Viajar tanto no me libra del jet lag, sí lo noto. Y además, no tengo fórmula mágica para superarlo. Lo único que sí hago es dormir mucho, todo lo que puedo, una vez que llego a casa. Cuando viajo hacia América, me cuesta menos superarlo que cuando viajo hacia el este. Además, también me gusta más viajar cruzando el Atlántico porque generalmente vuelo de noche, y eso me permite ponerme al día con el trabajo, mientras la central en Palma duerme, y ponerme manos a la obra nada más llegar. Por ejemplo, mis dos últimos viajes han sido a México, a Playa del Carmen y a Nayarit, para supervisar la renovación del Riu Palace Riviera Maya y la finalización de la obra de reforma del Riu Vallarta.
No soy tampoco un hombre de manías ni de peticiones especiales. Es inevitable que en los hoteles traten de dar un servicio excelente. Y aquí va una anécdota, a ver si me leen mis directores y me hacen caso. Las camareras de piso siempre me ponen toallas nuevas como una manera de agasajarme, pero a mí me gustan más viejitas porque secan mucho mejor, jaja.
“Una anécdota: en las habitaciones de hotel me gustan más las toallas viejitas, secan mucho mejor”, bromea Luis Riu
Yo no pido la mejor habitación, nunca, eso tiene que estar reservado a nuestros clientes. Lo que sí pido es que estén cerca de la recepción, para no perder tiempo en llegar a la habitación. Y en cuanto a favoritos, pues tampoco. No cuando viajo por trabajo, otra cuestión es para mis vacaciones. Sí puedo decir, y creo que sorprenderá a muchos, que cuando voy a Playa del Carmen, México me gusta quedarme en el Riu Lupita. No es el mejor de la zona, pero siempre me he sentido muy a gusto allí.
¿Cuándo dará el relevo Luis Riu?
Y cuándo bajaré el ritmo. Pues por ahora es complicado. Llegará el momento de delegar, pero me gusta darle a todos los proyectos la misma importancia y una manera es también supervisando personalmente lo que se hace. Pero llegará el día, como no puede ser de otra manera. Equipo y profesionales para ello tengo a mi alrededor.
*Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Luis Riu, CEO de RIU Hotels & Resorts, y se reproduce con su consentimiento.