Bares y restaurantes con marca
La apertura en Londres del Blue Box Café, el restaurante conceptual de la joyería Tiffany´s, puede sonar como algo nuevo para algunos, sin embargo, las marcas de moda se van introduciendo cada vez más en el sector hospitality y esa mezcla de moda y experiencias no es para nada nueva.
Desde la clásica Pasticceria Marchesi en Milán (y ahora también en Londres), al obrador de Prada (correcto, también en Milán), marcas tradicionales que llevan años experimentando con operaciones de restauración. Otros ejemplos son Thomas´s by Burberry´s, o Ralph´s by Ralph Lauren. En algunos casos para continuar atrayendo clientes a sus tiendas de bandera, que sufren para mantener el flujo de clientes en esa época de ventas online.
Volviendo al ejemplo de Tiffany´s, su Blue Box Café es el primero en Europa y cuarto en el mundo, tras su debut en su icónica tienda en la 5ª Avenida en Nueva York (que por cierto está bien situada en Tripadvisor) y las que tiene en Shanghái y Hong Kong.
Blue Box Café
Cuántos clientes van solo por hacerse la foto para colgarla online, como una experiencia excepcional, y cuántos realmente van a disfrutar de la experiencia gastronómica está abierto a debate. En la actualidad, hay más de 50 millones de post en Instagram con el hashtag #foodstagram. Y ese número, y hashtags similares, no para de crecer.
Modelos a seguir
Sin embargo, si estas marcas quieren convertirse en líderes por mérito propio, y no solo un destino puntual de millennials buscando unos cuantos “me gusta” en redes sociales, el camino a seguir debe ser lo que Chanel & Alain Ducasse han hecho en su tienda de Tokyo con Beige.
Un restaurante elegante, dentro de la tienda de bandera de Chanel en el exclusivo barrio de Ginza, operado bajo la guía de Alain Ducasse, que actualmente tiene 18 estrellas Michelín en restaurantes que opera bajo su mando o influencia.
Beige, en Tokio
Y este debería ser el camino que las grandes marcas de moda deberían seguir. De lo contrario, corren el riesgo de convertirse en puras campañas de Marketing, conceptos pop-up, como cuando Fendi vendió helados por 4 libras en Londres o Milán.
Y llegaron los hoteles
Y es que, aparte de las operaciones de restauración, las marcas de moda están también cada vez más involucradas en las operaciones hoteleras. Bulgari, Versace, Armani, Christian Lacroix y Ralph Lauren tienen hoteles con su nombre y/o su concepto, mientras marcas como Dior o Dian von Furstenberg han diseñado Suites para hoteles de lujo.
De nuevo, la idea de una aproximación holística a la marca, no solo llevar el logo de la marca puesto, en ropa o accesorios, sino también disfrutar de la experiencia total, y ese debe ser el origen y el objetivo. Pero no todas las marcas han tenido éxito (ahí está el caso de los hoteles Missoni).
Pese a que de todas las marcas, Bulgari parece la mejor posicionada gracias al apoyo de Marriott, no debemos olvidar que el conglomerado LVMH la es dueña de Cheval Blanc y los hoteles Belmond (lo que era Orient Express). Simplemente requerirá algo de inversión por parte de la matriz para convertirse en un líder del sector hotelero de ultra lujo a nivel mundial por derecho propio.
Y sí, Louis Vuitton también abrirá pronto un café en Londres.
*Pablo Torres es un consultor hotelero español en Londres, con 20 años de experiencia en el sector.
