Cuando un árbitro de fútbol saca una tarjeta nada más arrancar un partido, a partir de ese momento se enfrenta a dos opciones:
- juzgar tras esa amonestación las acciones y el comportamiento de todos los jugadores bajo el mismo criterio y durante todo el encuentro, pudiendo terminar con numerosos expulsados,
- rebajar el nivel y provocar un agravio comparativo entre unos y otros, generando inseguridad entre los contrincantes, pues las reglas se dictan a cada minuto.
Algo similar sucede estos días con el sector turístico de la República Dominicana porque, lo que debía de ser una celebración para despedir un fatídico año para el negocio de los viajes, el ocio y las vacaciones, podría transformarse en un movimiento hotelero contra el Gobierno Dominicano.
Palladium, víctima ejemplarizante al inicio del partido
El pasado 1 de enero, el Ministerio de Turismo de República Dominicana emitió un comunicado anunciando que imponía una multa de 4 millones de pesos (aproximadamente 55.936 euros) a Palladium Hotel Group por la celebración de Fin de Año en su resort de la zona turística de Bávaro. También se le advirtió que, de repetirse la situación, "le será suspendida su licencia de operación". Tomaron dicha decisión después de que se viralizase un vídeo de la fiesta del 31 de diciembre, la cual, según ha defendido la hotelera en numerosas ocasiones, cumplió todas las normas de seguridad y prevención contra el Covid-19.
Lo cierto es que no fue el único resort que acogió una fiesta de Nochevieja de estas características y, sin embargo, ha sido la única compañía sancionada
Más allá de que se cumpliesen las normas o no, lo cierto es que no fue el único resort que acogió una fiesta de Nochevieja de estas características y, sin embargo, ha sido la única compañía sancionada. Establecimientos pertenecientes a cadenas como Royalton, Meliá, Hard Rock, Casa de Campo, Club Med, Barceló u Hodelpa tuvieron sus propios eventos de los que también hay grabaciones. El hecho de que Palladium haya sido señalada mientras que otras no, ha llevado a muchos a apuntar que ha sido una "víctima ejemplarizante". Siguiendo con el símil del partido de fútbol, la hotelera de la familia Matutes recibió tarjeta amarilla —y amenaza de roja y expulsión— unos segundos después del pitido inicial.
Si “el respeto a los protocolos sanitarios no es negociable” el ejecutivo dominicano debería sancionar a todos y cada uno de los hoteles
"El respeto a los protocolos sanitarios no es negociable”
David Collado, ministro de Turismo del país, compartió en su cuenta de Twitter el mismo día 1 de enero las razones por la que se sancionaba a la hotelera Palladium, acompañado ese texto con el comentario “El respeto a los protocolos sanitarios no es negociable”. Por esa misma afirmación, el ejecutivo dominicano debería sancionar a todos y cada uno de los hoteles que “violaron la resolución DJ 05/2020, así como la violación a las disposiciones establecidas por el Gabinete de Turismo, el pasado miércoles 30, a raíz del Deceto Presidencial 740-20…”
¿Qué significa “no podrán realizar fiestas partir del 1 de enero”?
Más allá de la intención aleccionadora, otra cuestión es el cambio de las reglas durante el transcurso de la contienda y la poca claridad en la regulación. Y es que las fiestas no fueron espontáneas, sino que estaban programadas y aprobadas con antelación. A principios de diciembre, los diferentes hoteles y resorts hicieron llegar sus planes de celebraciones navideñas al Ministerio correspondiente para recibir la aprobación. Unos planes que incluían las más rigurosas medidas de seguridad sanitaria, tales como el distanciamiento personal, la toma de temperaturas, el uso de geles hidroalcohólicos y, sobre todo, la reducción de los aforos (menos del 40%).
Es conflictivo que la norma se hiciera pública el mismo día 30 de diciembre y entrase en vigor justamente a partir de la noche de Fin de Año
Es lógico que las normas sean cambiantes en función de la evolución de la pandemia, pero es necesario que los dictámenes sean claros. En este caso, es conflictivo que la norma se hiciera pública el mismo día 30 de diciembre y entrase en vigor justamente a partir de la noche de Fin de Año. ¿Cómo es posible que se prohíban fiestas en los hoteles a partir del 1 de enero? ¿1 de enero a las 00:01? ¿Significa esto que sí se podían acoger celebraciones en los hoteles pero solo hasta las 00:00?
Da la sensación de que la normativa no fue dictada con la suficiente claridad, puesto que más de una veintena de resorts ofrecieron a sus clientes grandes celebraciones salvaguardando aparentemente las medidas de seguridad dictadas.
Unos festejos que, en la mayoría de los casos, forman parte de los paquetes turísticos que se han comercializado a lo largo de la temporada y que, de no celebrarse, suponen un incumplimiento ante el cliente y, por supuesto, una indemnización, además de la insatisfacción de los propios huéspedes en su experiencia vacacional tras un año fatídico.
El turismo se convierte en el principal eje de la recuperación dominicana
Hacer uso de estos “castigos ejemplarizantes” no produce otra reacción que la división o la oposición empresarial
Collado deberá explicar en algún momento a los empresarios del turismo, que representan el 8% del PIB del país, su rapidez para sancionar a una sola cadena hotelera, apenas horas después de que finalizaran las celebraciones de tantas otras o si, por el contrario, se están abriendo expedientes también contra prácticamente el resto de hoteles del país.