La demanda de viajes en bicicleta en el mercado europeo sigue creciendo a un ritmo muy importante y Navarra con su proyecto “Centros de Cicloturismo”, lanzado en 2022, maneja los alojamientos de 18 campings pertenecientes a la Asociación Campings de Navarra con el cicloturismo, uniendo estos campings entre sí y con los principales atractivos naturales, rurales y culturales de la región.
Muy resumidamente hablamos de casi 2.000 kilómetros de rutas por carretera, 1.292 de gravel y 1.054 de BTT. Y de media más de 500 Km de rutas desde cada camping en estas tres modalidades.
Entorno Arbizu, Navarra. Foto: Arturo Crosby
No está pensado para ciclistas profesionales que también pueden participar sino para turistas que quieren explorar un territorio natural y rural como Navarra, con una bicicleta que no tienen por qué llevarla, ya que estos centros cicloturísticos tienen alquiler e incluyen bicis eléctricas, algo que hay que agradecer y que permite un abanico de clientela mucho mayor.
Esta asociación ha creado 9 rutas circulares desde cada uno de los 18 campings participantes, diseñadas para practicantes de la bicicleta, con un enfoque deportivo y con el objetivo de atraer tanto a este segmento de la población como a los visitantes habituales de los campings.
Además, todos los campings asociados a este proyecto disponen de taller de reparación, lavadero y garaje para bicicletas, garantizando así que los viajeros cuenten con los recursos necesarios para mantener sus bicicletas en óptimas condiciones y disfrutar al máximo de su experiencia.
Según la European Cyclists’s Federation, el cicloturismo representa un valor económico total de 44.000 millones de euros y ha crecido un 20% en los últimos años.
Arturo Crosby campings Navarra
Quizás habría que recalcar que viajar en bicicleta por las zonas rurales de Navarra es una experiencia muy emocionante y divertida, ya que tiene rutas asfaltadas por carreteras de paisajes de cuento así como por pistas de tierra, que no solo conectan los 18 campings asociados, sino pueblos, restaurantes y atractivos turísticos, algo que en este territorio es visita obligada. La gastronomía navarra siempre destaca, y es clave para un producto turístico como el cicloturismo.
Si circular en bici requiere un esfuerzo físico hay que recordar que el alquiler en estos campings incluye las e-bikes y esto hace que todo sea mucho más fácil y confortable, y además se han desarrollado diferentes itinerarios a través de plataformas como Komoot y Wikiloc, lo que facilita una navegación más precisa.
Los 18 campings de Navarra asociados tienen 162 rutas, es decir, 9 rutas cada uno, más que suficiente para acoger miles de pernoctaciones, siendo el mercado español aproximadamente el 70%.
Estas rutas, además, podrían conectarse con más de 4.100 kilómetros ciclables en Navarra que, en resumen, dispone de 393 kilómetros correspondientes a la parte navarra de las EuroVelos 1 y 3, dos rutas internacionales que atraviesan Europa de norte a sur. La EuroVelo1, que une en bici Noruega con Portugal, dispone en Navarra de 203 kilómetros que se están desarrollando gracias a los proyectos europeos Ederbidea y AtlanticOnBike. Por su parte, la EuroVelo3, discurre 190 kilómetros por tierras navarras en su recorrido entre Noruega y Galicia, coincidiendo en parte con el Camino de Santiago, que también se puede recorrer en bicicleta.
También cuenta con otros 123 kilómetros de vías verdes, en las antiguas líneas ferroviarias del Bidasoa (34), Plazaola (41), Irati (6,4), Vasco-Navarro (29) y Tarazónica (13). A todas estas rutas se suman otros 3.050 km, en su mayoría balizados y otros en proceso de señalización, en los denominados espacios BTT. En la zona de Tierra Estella se encuentra la mayor parte, con 2.200 kilómetros aproximadamente, en rutas de ida y vuelta.
Lo positivo del cicloturismo, y específicamente en Navarra que en este caso lo combina con alojamientos en el medio rural, como son los campings, es poder circular lento, por carreteras poco concurridas que dan acceso a pueblos y aldeas con encanto, a restaurantes con gastronomía tradicional, disfrutar de paisajes naturales que en coche no da tiempo, y además, llevarse unas grandes dosis de salud física y emocional.
*Arturo Crosby es editor de Natour magazine.
