Tal vez te preguntaste alguna vez qué sucede si no baja el tren de aterrizaje o viste alguna noticia en la que sucede esta situación. Esto genera dudas sobre qué hacen los pilotos y a una parte de ti le generó miedo a volar.
Si bien no es una situación normal o que pase todos los días, son situaciones que se pueden dar, ya que un avión es una máquina que está expuesta a grandes presiones, climas extremos, velocidades altas y demás, que a la larga podrían generar fallos de varios tipos, por más mantenimiento estricto que las aerolíneas cumplen.
Antes de entrar en materia es importante indicar que:
- No todos los aviones tienen tren de aterrizaje retráctil, principalmente aviones de entrenamiento o de aviación general.
- Cada avión y fabricante tiene su propio procedimiento para esta situación.
Qué hacen los pilotos si no baja el tren de aterrizaje
Vamos a hablar del caso específico de Boeing, solo para tenerlo como referencia. Como ya indicamos, de avión a avión este procedimiento cambia, pero el concepto es el mismo.
En el caso hipotético de que el sistema haya sufrido un daño, sea este por mantenimiento, por impacto de algún elemento extraño o por cualquier otra situación, siempre hay un plan B y hasta un plan C.
Extensión normal
Cuando la palanca del tren de aterrizaje es movida a posición DN, las puertas del sistema se abren, este se desbloquea y las luces de GEAR y DOORS se prenden. El mecanismo funciona con energía hidráulica hasta que baja y queda en posición.
Los cierres se activan hasta la posición de bloqueo, todas las puertas de engranajes accionadas hidráulicamente se cierran y los engranajes principales se inclinan hidráulicamente a la posición de vuelo. Cuando todas las marchas están bajadas y bloqueadas, las luces de tren abajo se iluminan y las luces de GEAR y DOORS se apagan.
Extensión alterna
La extensión alternativa del mecanismo utiliza una pequeña bomba hidráulica eléctrica para liberar las puertas de los engranajes y los seguros, lo que permite que el mecanismo caiga libremente a la posición hacia abajo y bloqueado.
El fluido dentro de la línea de suministro a la bomba es suficiente para la operación alternativa de extensión. Este fluido está aislado del sistema hidráulico principal y secundario. Todas las puertas del tren de aterrizaje permanecen abiertas después de la extensión alternativa y una vez extendido el tren con el sistema alterno, este no puede ser retraído nuevamente.
En otros casos el sistema alterno es manual y requiere “bombeo” por parte de los pilotos.
¿Y si ninguna opción funciona?
En este caso, los pilotos inmediatamente recurrirán al QRH (Quick Reference Guide) o manual del avión para revisar los diferentes procedimientos a seguir, ya sea para intentar nuevamente bajar el tren o para decidir si hacer un aterrizaje de emergencia sin tren de aterrizaje.
El QRH nos dice: si el sistema hidráulico principal falla y el secundario también, se debe usar el sistema alterno de extensión del mecanismo y, si con esto no funciona, quiere decir que una o varias ruedas están gravemente averiadas o el caucho de la llanta o parte del sistema —como el amortiguador, actuadores o resortes— se encuentran atascando la caída libre del tren de aterrizaje de su posición de guardado en el fuselaje.
Entonces los pilotos deben planificar la maniobra con cualquier mecanismo que tengan disponible (si es que lo hay), configurar el avión silenciando todas las alarmas visibles y audibles del sistema de aterrizaje, buscar la pista más larga y usar el máximo número de flaps para el aterrizaje.
No cabe duda de que el último recurso de un piloto será aterrizar “de panza”, situación para la cual también los pilotos están altamente capacitados y entrenados, como en este caso:
*Artículo publicado originalmente en Nicolás Larenas, sitio web del autor, asesor aeronáutico en el municipio de Quito, Ecuador.