En el mundo empresarial, especialmente en sectores como la hostelería y el turismo, la dirección comercial es un motor incansable que no conoce pausas. Esta filosofía queda perfectamente representada en el compromiso de muchas empresas pequeñas, medianas y/o grandes del sector hotelero.
Porque en el dinámico mundo de la hotelería, la dirección comercial debe desempeñar un papel esencial que trasciende las temporadas y las vacaciones. Nuestro compromiso constante garantiza la continuidad operativa y el éxito sostenible de los establecimientos hoteleros que están bajo nuestra gestión comercial.
La frase "nunca cerramos por vacaciones" no es solo un dicho, sino una declaración de principios para cualquier empresa que quiera ser competitiva, estar actualizada y cercana al consumidor. Desde la dirección comercial entendemos que la competitividad en mercados globales requiere una atención constante, adaptabilidad y una planificación estratégica a largo plazo. Esta mentalidad nos asegura que siempre haya alguien trabajando para atender las necesidades de los clientes y dar respuesta a sus expectativas.
Aunque los hoteles estén cerrados por su temporalidad, durante todo el año debemos de participar y tener presencia activa en ferias y eventos clave como, FITUR en Madrid, ITB en Berlín, WTM en Londres o la ILTM de Cannes, así como en foros, workshops, networking o eventos especializados por segmentos. Este esfuerzo continuado nos permite captar nuevos clientes y fortalecer alianzas comerciales.
El equipo que componemos la dirección comercial aprovechamos los períodos de menor afluencia turística para realizar análisis de mercado, ajustar estrategias y preparar lanzamientos de nuevas ofertas de la mano del departamento de marketing y revenue.
El hecho de no bajar la guardia nos garantiza la fidelización de clientes al recibir las nuevas propuestas de servicios, experiencias y productos. Otro objetivo es la rapidez en la adaptación, al estar operativos todo el tiempo, nos permite reaccionar rápidamente ante cambios en las tendencias o desafíos inesperados y el trabajo sobre el refuerzo de la reputación es un compromiso constante que nos proyecta una imagen de profesionalismo y dedicación, diferenciándonos de la competencia.
Finaliza la temporada 2024, pero ya llevamos meses trabajando la temporada 2025. Un 2025 que se presenta como un año de oportunidades para el sector turístico, pero también de desafíos. Los destinos y hoteles que se adapten a las nuevas tendencias y prioricen la sostenibilidad, tendremos mayores posibilidades de éxito.
La inestabilidad geopolítica es una amenaza constante y que nos hace estar muy atentos y proactivos a posibles cambios que pueden producirse. El cambio climático sigue estando presente y no lo estamos tratando con el suficiente interés que se merece por parte de las administraciones competentes y de la humanidad en general.
Pero 2025, seguramente, será otro buen año si somos capaces de no morir de éxito por querer sacar más rendimiento de este “yacimiento” que es el turismo.
*Biel Martí es director comercial Súmmum Hotel Group