Llevo varios días pensando:
Estamos en una situación caótica en la que nadie sabe qué se puede hacer y qué no se puede hacer, nadie sabe dónde puede viajar ni qué restricciones se aplican en cada comunidad autónoma, nadie sabe cuáles son las áreas sanitarias y qué horarios de restricciones aplican.
A todo esto, vemos a nuestros vecinos cogiendo el toro por los cuernos y aplicando medidas nacionales, duras —sí muy duras—, pero entendibles y asumibles y con el objetivo de bajar la curva y salvar la campaña navideña.
Esto no tiene sentido alguno. No mezclemos los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con el Estado de Alarma y, por favor, hagan su trabajo y no dañen más la imagen de España.
Personalmente, creo que debemos seguir trabajando con medidas lógicas y generales para reducir el efecto del Covid, esto es lo prioritario. A su vez, creo que hay que apoyar a la economía y, con ello, a las personas, inyectando liquidez y apoyando a las empresas que están luchando por sobrevivir. En Madrid hoy tenemos el 50% de la planta hotelera abierta y tratando de sobrevivir, hay que apoyar a estas empresas.
El otro día leía que la unión de la prepotencia y la inexperiencia conlleva a un estado devastador para todo el entorno, el mayor rasgo de sabiduría es la humildad y la empatía con las personas.
Sigamos pensando con el corazón.
*José María Carbo Tiemeiyer es general manager del Hotel Puerta América de Madrid