El sector del turismo ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, impulsada en gran medida por la tecnología y los cambios en las preferencias de los viajeros. Sin embargo, este dinamismo ha dejado a muchas personas mayores de 50 años sin empleo y enfrentando el reto de adaptarse a las nuevas oportunidades que ofrece el mercado.
Cuando esta generación empezó a trabajar en el sector de la felicidad, no existían teléfonos móviles, ni siquiera existía el Fax, y las “rooming list” de los hoteles se enviaban en una cinta amarilla a través de telex. En los hoteles se hacía la mano corriente y en aquellos hoteles de lujo existía una máquina de contabilidad que se llamaba NCR.
Frente a lo que pueden pensar muchos, esta generación representa la antítesis a la brecha tecnológica que para todos ellos ha sido un desafío constante adaptándose en los últimos 30 años a un cambio inmediato durante las últimas décadas, estando familiarizados y siendo capaces de utilizar innumerables herramientas y plataformas digitales.
Son una generación cuya experiencia debe ser valorada en un mundo real donde algunas empresas ofrecen salarios ajustados para puestos en los que históricamente tenían salarios superiores y donde los empleadores muchas veces los descartan porque prefieren contratar personal más joven debido a esta condición.
Son la generación en la que ha existido menor absentismo laboral, y ha habido una mayor flexibilidad para trabajar fines de semana, en horarios irregulares o nocturnos y han sido capaces de llevar a cabo una conciliación familiar en unos tiempos donde existían pocas ventajas para ello.
Todos los trabajadores pertenecientes a este grupo son los que presentan mayor adaptación a las nuevas oportunidades; respuesta de más de 20 responsables de recursos humanos y Head Hunters de varias provincias españolas en la Península, Baleares y Canarias.
En uno de los últimos proyectos hoteleros en los que he participado, el único grupo de edad que permanece en el establecimiento después de 12 meses desde la apertura son los que tienen más de 50 años. El resto de las personas de los diferentes equipos de Millennials, y generación Z, ya no están el hotel, quizás por el ritmo de trabajo de una apertura, quizás por la flexibilidad de los turnos de trabajo o quizás por tener que trabajar los fines de semana.
Los mayores de 50 años, a menudo conocidos como la «revolución gris», se enfrentan a la necesidad de reinventarse para mantenerse competitivos en el mercado laboral
Son personas que han estado aprendiendo durante los últimos 30 años constantemente.
Si tuviera que contratar a un nuevo equipo para un nuevo proyecto, mi valoración tendría en cuenta lo siguiente:
- Experiencia y Conocimiento: Las personas mayores de 50 años suelen tener una amplia experiencia laboral y un profundo conocimiento del sector turístico, lo que les permite tomar decisiones informadas y eficaces.
- Estabilidad y Fiabilidad: Este grupo tiende a ser más estable y fiable, con una menor rotación laboral en comparación con los trabajadores más jóvenes.
- Habilidades Interpersonales: La experiencia de vida les ha permitido desarrollar habilidades interpersonales avanzadas, cruciales para brindar un excelente servicio al cliente.
- Redes de Contactos: A lo largo de los años, han construido redes de contactos profesionales valiosas que pueden beneficiar a las empresas turísticas.
- Capacidad de Mentoría: Pueden actuar como mentores para empleados más jóvenes, transmitiendo conocimientos y habilidades esenciales para el desarrollo profesional.
- Adaptabilidad a Cambios Estructurales: Han experimentado múltiples cambios en sus carreras, lo que les ha dotado de una mayor flexibilidad y adaptabilidad.
- Compromiso con la Calidad: Su enfoque suele estar en ofrecer un servicio de alta calidad, lo que puede mejorar la reputación de la empresa. Tienen mentalidad de servicio.
- Diversidad de Perspectivas: Aportan una perspectiva diversa y enriquecedora, promoviendo un entorno de trabajo inclusivo y variado.
- Madurez Emocional: Poseen una madurez emocional que les permite manejar situaciones de estrés y conflictos con mayor efectividad.
- Fidelidad a la Empresa: Tienen una mayor tendencia a ser leales a su empresa, lo que puede traducirse en una mayor cohesión dentro del equipo.
Todas las empresas de turismo que han incorporado equipos de trabajo con personal de más de 50 años en el último año comentan que ha sido una de las decisiones estratégicas que han aportado mayor valor a sus empresas y mayor reconocimiento a su marca.
Incorporar a hombres y mujeres mayores de 50 años en todos los empleos del sector turístico no solo es una cuestión de equidad, sino también una estrategia inteligente para aprovechar al máximo la diversidad de habilidades y experiencias disponibles. Al abordar los desafíos y capitalizar las ventajas, las empresas turísticas pueden crear equipos más sólidos y resilientes.
El apoyo en la formación tecnológica y la creación de entornos inclusivos que valoren la experiencia y la estabilidad que aportan los trabajadores mayores son pasos cruciales. En última instancia, la revolución gris en el turismo no solo es posible, sino también beneficiosa para un sector que depende tanto de la calidad del servicio y la satisfacción del cliente.
La inclusión efectiva de este grupo no solo mejorará sus vidas laborales, sino que también enriquecerá el sector turístico, permitiéndole crecer de manera sostenible y competitiva en un mundo en constante cambio.
Hoy he dado un curso de formación a un grupo de 18 mujeres con más de 50 años del departamento de alimentos y bebidas de un hotel; al finalizar, todas y cada una de ellas me han entregado un papel con 18 mejoras del departamento. Sé que dentro de varias semanas todas las mejoras estarán operativas y funcionando, el compromiso de este grupo para mí es un ejemplo de esa generación que ha visto los grandes cambios del turismo como un reto, han sabido adaptarse continuamente y va a tener que trabajar hasta los 67 años para poder obtener una pensión.
Y, para que los que no lo recuerdan, hace más de 35 años en los hoteles ya se aplicaba el “Revenue Management” y en muchas de las recepciones sin PMS, sin programas informáticos, sin tablas de Excel y con tan solo un papel y un bolígrafo se llenaban los hoteles, se sacaba el ADR, el REVPAR; y, además, todos los equipos eran una verdadera familia.
Y ya sabes, si quieres aportar valor a tu empresa turística contrata a uno de más de 50.
*Jesús Menéndez López es CEO de Hotel Mystery Guest. Cuenta con MBA en Gerencia y Dirección hotelera por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado estudios en UCC (University College Cork, Irlanda).