Ha llovido mucho desde que visité la ciudad de San Francisco por primera vez. En concreto han pasado 41 años entre aquella primera visita que realicé con dos amigos en 1979 y mi último viaje a la ciudad. Y, la verdad, no me canso de verla. San Francisco quedó grabado en mi memoria. Me impactó recorrer sus calles empinadas, tomar su tranvía, visitar Alcatraz… Fue como adentrarme en los escenarios de las películas y formar parte de ellas por unos días. Por eso, y por muchas cosas más que hoy os quiero contar, San Francisco siempre estuvo en la lista de ciudades a las que queríamos llevar nuestra marca Riu Plaza.

San Francisco es una de esas pocas ciudades en el mundo que es capital de negocios, referente mundial en tecnología, y a la vez es un destino turístico mundialmente reconocido y codiciado. Por eso, cumple con creces los requisitos que marcamos como necesarios para expandir nuestra línea Riu Plaza. Pero por eso también, tiene un mercado inmobiliario muy competitivo así que encontrar la oportunidad adecuada no ha sido tarea fácil. El nivel de vida en la ciudad es altísimo, me lo dicen a menudo mis colaboradores desplazados allí, y el precio del suelo es comparable al de Manhattan.

Hace unos cinco años, el que hoy es ya el Riu Plaza Fisherman’s Wharf estuvo a la venta. En aquel momento lo fui a visitar y pensé que por su tamaño (531 habitaciones), su ubicación (a una calle del famoso Pier 39), y las características del edificio (ocupa una manzana entera, cuenta con grandes áreas comunes, salas de reuniones) era perfecto para RIU. Pero en aquel momento, se lo llevó otro.

Seguimos atentos a lo largo de los años y llegamos a visitar el Hotel Pier 2620 que también estuvo en venta, pero no acabamos de encontrar el edificio ideal. Cada visita a la ciudad me reafirmaba en mi decisión. ¡Si es que paseando por Fisherman’s Wharf podía ver a nuestro cliente tipo dando vueltas por allí! Para mí estaba claro que todos ellos hubieran regresado a nuestro hotel al acabar su paseo, si hubiéramos podido ofrecérselo.

La situación se mantuvo así hasta hace medio año. De hecho, me encontraba de vacaciones cuando Reto Stoeckenius, nuestro director de Expansión, me contactó para avisarme de que el hotel estaba de nuevo en venta. Eso debió de ser el día 18 o 19 de julio, y para el día 29 ya estaba en un avión rumbo a San Francisco, porque esta vez estaba decidido a que no se me escapara la oportunidad.

Ya sé que siempre comentamos lo ágiles que son las decisiones en RIU, pero es que de verdad que se toman en un tiempo récord. En este caso, la decisión ya estaba prácticamente hecha mientras iba de camino. Recordaba perfectamente las características del inmueble de la primera visita y en esta segunda iba a verlo incluso mejorado, gracias a la reforma integral de sus instalaciones que había hecho la propiedad.

Casi de inmediato empezó el procedimiento de Due Diligence y el 12 de noviembre el hotel pasó a ser el Riu Plaza Fisherman’s Wharf. Cualquiera que tenga cierto conocimiento sobre este tipo de operaciones de gran envergadura, sabe que se trata de un tiempo récord. La compra se formalizó por 290 millones de dólares, convirtiéndose, al filo de acabar el año, en una de las operaciones más importantes de la historia de RIU.

Riu Plaza Fisherman’s Wharf: localización inmejorable y estupendas habitaciones

Tenemos mucha ilusión en este hotel. Pero es verdad que nos queda mucho trabajo por hacer. Por poner un ejemplo reciente también, del Riu Plaza España empezamos a hablar dos años antes de su apertura. Abrió en verano con sus salas reservadas casi al completo hasta el final del año. Aquí hemos empezado de un día para el otro, tanto la comercialización como la operación. Pero todo va muy bien encaminado. Por la parte de las ventas: solo tenemos que explicar a los clientes que tenemos este hotel con una ubicación inmejorable para descubrir a pie las zonas más conocidas de la ciudad, además de que ha sido recientemente reformado y las habitaciones son estupendas, muy amplias.

Mientras, por la parte operativa tenemos dos ventajas:

• El equipo de RIU que se ha desplazado hasta San Francisco para la formación y puesta en marcha tiene una enorme experiencia y una capacidad sobrada.
• El cambio ha sido muy bienvenido por parte de la plantilla. Pasada la incertidumbre y los nervios previos, ahora valoran la cercanía con la propiedad y el poder formar parte de un equipo que tiene acceso directo a los más altos directivos. Creo que eso les está ayudando a sentirse parte del proyecto y a sentir que cada uno es una pieza importante.

Un hotel internacional que gustará por igual a turistas y viajeros de negocios

Cuando todo el trabajo que estamos haciendo ahora dé sus frutos, esperamos tener huéspedes procedentes de Latinoamérica, sobre todo de México y Argentina; asiáticos procedentes de Japón y Corea; así como europeos con mayoría de alemanes y británicos. Esperamos que haya un mix equilibrado entre:

• Personas que visitan la ciudad por turismo, ya sea como escapada a la ciudad o como parte del circuito clásico Los Ángeles – San Francisco – Las Vegas.
• Y viajeros ejecutivos que visitan la ciudad durante las diversas convenciones internacionales que se celebran o bien que vienen al hotel a celebrar sus propios eventos.

¿Habrá pronto un nuevo Riu Plaza en Estados Unidos?

Cada proyecto tiene sus dificultades y sus alegrías. Sé que sacar adelante este hotel está suponiendo un esfuerzo muy grande, sobre todo para el equipo Comercial y de Operaciones. Aprovecho estas líneas para agradecerles su entrega. Para mí es una gran satisfacción que la marca RIU haya llegado a la ciudad de Estados Unidos que tanto me marcó en aquella visita de 1979.

También me atrae mucho Chicago y el ambiente único de New Orleans. Quizá una de ellas pueda ser nuestro próximo destino Riu Plaza. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de este reciente éxito.

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Luis Riu y se reproduce con su consentimiento.

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