La inmunidad de rebaño puede convertirse en un nuevo parámetro turístico, pues todo apunta a que este verano "el nivel de vacunación determinará los flujos" hacia los destinos (presidente del consorcio TSS-Group de agencias de viaje alemanas, 25.01). Es previsible que se busque la equidad en cuanto al nivel de vacunación entre el mercado emisor y el destino receptivo.
Ahora mismo las esperanzas para el verano turístico están puestas en el emisor Reino Unido por su alta velocidad de vacunación (300-600.000 pinchazos diarios), previendo que los ingleses más vulnerables quedarán vacunados en febrero, los mayores de 50 en mayo (ver gráfico) y el 75% de la población en julio, con lo que alcanzarían en dicho mes la inmunidad de grupo. Y lo lógico es que busquen destinos a la par.
En España no se prevé que lleguemos en julio a ese nivel de vacunación y, en vistas de la mayor velocidad en otros destinos competidores, ya se está produciendo alarma en el sector turístico español, que se niega a dar por perdida la temporada, pues «España no resistirá un segundo verano sin turismo» (Gabriel Escarrer, hosteltur, 28.01.21).
¿Vacunación prioritaria de los trabajadores del sector turístico?
Hace algunas semanas se propuso desde el sector turístico español clasificar a los trabajadores turísticos como grupo prioritario, una vez que sean vacunados todos los grupos de riesgo. La patronal hotelera mallorquina incluso se ha mostrado dispuesta a financiar parcialmente la compra de la vacuna rusa, en el caso de que sea autorizada en Europa, con el fin de que se vacune con preferencia a su sector turístico (mallorcazeitung.es, 06.02).
En Grecia afirman que «la vacunación del sector turístico es una cuestión prioritaria» (tourinews, 06.02) y el Presidente de la Federación hotelera en Heraklion, Nikos Halkiadakis, ha anunciado que los trabajadores turísticos estarán vacunados a principios del mes de mayo (fvw.de, 12.02).
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¿Tiene sentido vacunar al sector turístico primero? Pues, en vistas de la relevancia del Turismo para España, sí que lo tiene, ya que de no poder adquirirse la inmunidad de rebaño hasta el verano (todo apunta a que no), al menos la inmunización de los trabajadores turísticos podría ser un arma promocional importante para dar seguridad al cliente y poder salvar la temporada. En el contexto internacional vemos ya las intenciones de Grecia y el ejemplo de varios hoteles en Dubai han puesto en marcha campañas de vacunación para sus empleados. Sin embargo, no es tan sencillo; hay, al menos, dos factores que podrían jugar en contra:
1) ¿Quiénes son los «trabajadores turísticos»?
La crisis ha demostrado que la importancia del Turismo en Canarias va mucho más allá del 40% de los empleos, que se le solía atribuir y que contemplaba solo a los directos e indirectos. ¿Vacunamos solo a los empleados directos e indirectos del Turismo? (personal de hotel, guías, comerciantes de zonas turísticas, proveedores, etc.) ¿O también empleos derivados del Turismo? (comerciantes y restauradores de zonas urbanas, etc.). La cuestión es que las tres categorías de dependencia del Turismo suman en Canarias bastante más del 80% de los empleos, por lo que no hablamos de vacunar a un colectivo, sino a casi toda la población ocupada. Teniendo en cuenta la limitación de recursos y las circunstancias económicas, podría tener sentido vacunar solo a los empleos directos del Turismo, es decir, a los trabajadores con los que entre en contacto el cliente (recepcionista, chófer de guagua, etc.) en el núcleo turístico para obtener un efecto promocional de seguridad.
2) Los plazos en España no cuadran
En cualquier caso, la vacunación prioritaria del sector turístico no puede producirse a costa de los grupos de riesgo, debiendo concluir previamente la inmunización de éstos. Con el actual ritmo de vacunación no es previsible que se pudiera comenzar con la inmunización de los trabajadores turísticos antes de junio-julio, momento en que se estima terminar con los grupos de riesgo, con lo que ya nos metemos en el verano y llegaríamos tarde para empezar a vacunar al sector turístico y hacer una promoción a tiempo.
Todo ello considerando la situación actual y las informaciones conocidas sobre el virus, pudiendo producirse hasta el verano algunos acontecimientos que acelerarían o bien retrasarían la inmunidad de rebaño. Entre los primeros estaría la aprobación en el mercado europeo de nuevas vacunas como la rusa, la posible aprobación de vacunas de una dosis única (como la de Johnson & Johnson), licencias para producción múltiple en más centros (o liberalización de las patentes) y la posibilidad de inyección cruzada entre distintas marcas para ambas dosis.
Por contra, entre los retrasadores de la inmunidad estarían la posible elevación del porcentaje necesario para esa inmunidad colectiva (varios expertos alemanes lo elevan al 80%), dado el alto poder de transmisión de las nuevas variantes y el previsible poder de contagio de los vacunados, y la posible ineficacia de algunas vacunas contra una o varias de las mutaciones del virus.
¿Vacunación prioritaria por destinos turísticos?
Después del aviso de los turoperadores a Baleares, advirtiendo de que Grecia podría iniciar su temporada de verano antes, este archipiélago pidió priorizar la vacunación en las comunidades turísticas que más PIB han perdido en el momento que haya vacunas suficientes. Es un criterio económico lógico, que daría preferencia a los dos archipiélagos, los cuales por su dependencia del Turismo han sufrido las mayores repercusiones económicas. Sería una manera de compensar algo esa desproporcional afectación por la crisis. No obstante, podría ser difícil que el Gobierno español se desvíe de la ruta de "la equidad en el reparto de vacunas", por posibles protestas de regiones turísticas peninsulares como p. ej. Cataluña (la cual tiene mucho peso en el Gobierno).
En el contexto internacional aún no se ven movimientos en la dirección de vacunaciones por zonas turísticas, pero no podemos descartar que, según se aproxime el verano y dependiendo de la velocidad de vacunación, algún país le dé preferencia a alguna región en concreto, como por ejemplo Turquía a la región de Antalya o Grecia a sus islas. Recordemos que los países competidores del Mediterráneo le dan un alto valor al sector turístico y ya han demostrado la importancia que le dan con una enorme rapidez de actuación a favor del sector cuando es necesario. Como ejemplos menciono la rapidez de Turquía en implantar centros masivos de test Covid-19 en sus aeropuertos el pasado mes de julio y cómo otros destinos están preparando sus infraestructuras para el arranque, como es el caso de Grecia que ha finalizado recientemente la modernización de 14 aeropuertos, entre ellos los de Lesbos y Mykonos (fvw.de, 10.02).
¿El pasaporte sanitario volverá a ser actual?
Cuando parecía que se había congelado la discusión por el pasaporte sanitario, destinos como Grecia, Chipre e Israel lo han vuelto a lanzar a la actualidad, proponiendo suspender las cuarentenas para pasajeros que puedan acreditar una vacunación. Recordemos que hace pocas semanas había sido rechazado provisionalmente por la UE por motivos de discriminación (ya que no todos tienen acceso a las vacunas) y por desconocerse la duración de la inmunidad, así como la posible transmisión del virus por un vacunado asintomático. A ello habría que añadir la problemática de la eficacia de una determinada marca (o versión) de vacuna contra todas las variantes del virus (p. ej. la primera versión de la AstraZeneca contra la variante sudafricana).
Al margen de estas cuestiones que dificultan mucho la viabilidad de un pasaporte sanitario, vemos que hay destinos que están siendo ágiles en buscar todos los caminos posibles para poder atraer a turistas en verano. En el contexto internacional nadie da, ni mucho menos, por perdida la temporada turística.
Conclusión: los competidores tienen un plan
Sea como fuere, estas reflexiones nos muestran que otros destinos están actuando decididamente y tomando medidas para atraer los flujos turísticos en el verano. Ellos, al menos, tienen algún plan. Ciertamente, ese plan tendrán que ir cambiándolo y ajustándolo a los permanentes cambios a los que estamos sometidos, pero siempre será mejor seguir un plan e ir readaptándolo, como si es a diario, que no tener ningún tipo de estrategia turística e ir siempre improvisando a remolque de los acontecimientos, tal como está haciendo el Gobierno Español. En definitiva, la vacunación prioritaria de los trabajadores turísticos directos (haciéndolo factible antes de junio, pero sin romper el orden de los grupos prioritarios) y la inmunización preferente de los dos archipiélagos (por mayor pérdida de PIB) podrían ser dos pilares de un plan español.
*Artículo publicado originalmente en el blog de Antonio Garzón, sitio web del autor, que es fundador y gerente de Nutrihotel (nutrihotel.com).