No será de la noche a la mañana, abrir y volver al mismo número de desayunos vendidos, cervezas, menús, cartas o pernoctaciones. Será lento, más que una tortuga manca y coja, pero se logrará. Será como el final de una guerra por lo que, lamentablemente, habrá bajas, y muchas.
Todos deseamos volver a la calma, a aquellos placeres mundanos, pero nos va a costar. No debemos olvidar que nuestros clientes y los clientes en general, lo que más anhelan y desean es volver a disfrutar de sus placeres y nosotros, como empresarios del sector servicios, somos los que ofrecemos la mayor cantidad de placeres posibles:
- El placer de disfrutar.
- De reunirse.
- De satisfacer y satisfacerte a sí mismo.
- De comer, beber, tomar el aperitivo...
- De descansar, de disfrutar esos tiempos de vacaciones, de no hacer nada...de que te lo den todo hecho en un hotel, un crucero, etc.
- De hacer turismo.
- De volver.
- De darse uno o muchos caprichos.
Argumentaba que nosotros, los empresarios, podemos empatizar con esas personas y reconocer esos placeres/deseos de los clientes para la vuelta a esa normalidad deseada. Pero recordemos al público: ¿Cuáles son sus deseos?
Y, como máxima del marketing y las estrategias de guerrilla, ahora más que nunca con el Covid-19, tendríamos que ocuparnos en incidir y aumentar esos deseos sobre la necesidad de que vuelvan a consumir en nuestras empresas, que estemos más presentes en sus pensamientos y se culmine y refleje en hechos. ¿Qué estrategias se van a implantar como reclamo que realmente surtan efecto para generar deseo de volver?
Esas estrategias deben de cumplir ciertas premisas, aquí 4 de ellas a considerar:
1. Compromiso
Es importante marcar unos objetivos y hacer un seguimiento de estos, así se podrán modificar o mejorar si requieren de mayor carga o énfasis de comunicación o acción para llegar a lograr que esas estrategias sean efectivas.
2. Credibilidad
No se deben proponer acciones que no sean reales, o que no lleguen a ser tal y como se presentaban. Una oportunidad, una oferta debe poder ser consumida y real, sin limitaciones excesivas ya sean por tiempo o por cantidad.
3. Continuidad
Deben de ser acciones que se encadenen y mantengan en el tiempo, pero sin ser estrategias repetitivas, esas generan desidia.
4. Innovación
Además de aquellas ofertas/servicios que ya eran conocidos por nuestros clientes, hay que generar curiosidad y poner en marcha otras particularidades que quizás ahora serían bien recibidas:
- Menús concertados para encargar y llevar.
- Jornadas específicas (por producto o por temáticas)
- Posibilitar bajo petición con antelación mínima de "x" días de preparaciones culinarias fuera de carta.
- Menús o productos "anti crisis". Una selección de productos o servicios a un coste inferior a lo que se podría considerar normal.
Ese es el camino a seguir, adaptado y matizado a cada empresa según sus peculiaridades y particularidades, para lograr cumplir nuestro deseo como empresarios, el mismo que tienen los trabajadores y los clientes: Mostrar preocupación, previsión y acciones para evitar posibles contaminaciones.
Es la manera de volver cuanto antes a esa normalidad deseada. Pero todo con cautela, con prisa pero con cautela, no se trata de que suene la flauta por casualidad.