La picaresca de un vecino de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) le ha valido ganar un buen pellizco de dinero. Un viandante, del que se desconoce la identidad, encontró en un barrio ubicado a 19 km del centro de la capital una pieza de fuselaje de aproximadamente un metro y medio de largo por medio metro de ancho, procedente de un avión.
Según informa On the Wings Aviation, la pieza se desprendió el pasado 14 de enero de un Boeing 737-800 con matrícula ZS-SJC de la compañía Mango. El avión se encontraba cubriendo el vuelo desde Ciudad del Cabo a Johanesburgo, cuando perdió una lámina de metal de debajo del ala izquierda. Por su parte, la aeronave continuó hacia su destino, donde la tripulación descubrió la pérdida del componente que se había quedado en la ciudad capense.
Por suerte, cuando se desprendió no provocó daños personales o materiales. De hecho, le alegró el día a un viandante que tras hallarla, decidió llevársela para hacer negocio. Un vecino de la zona capturó la imagen del señor con el trozo de metal al hombro. La aerolínea mantiene que no ha pagado por recuperar la pieza, sin embargo, los medios locales apuntan a que la compañía sí que le pagó cierto dinero por recuperar el metal. De esta forma, el afortunado peatón aplicó su particular versión de la tradicional ley marítima que dicta que quien encuentra algo, tiene derecho a reclamar un premio por ello.
Por su parte, la Autoridad de Aviación Civil de Sudáfrica (SACAA) está realizando una investigación tanto del incidente como del estado de mantenimiento de la aeronave. El objetivo es determinar si se ha producido un fallo en la fabricación de la misma.