Un nuevo invento español le ha arrebatado el trono a la fregona, el futbolín o el submarino. La Napbox, es un módulo prefabricado para dormir la siesta en aeropuertos o estaciones de trenes

Su artífice es Adriano de Jódar, un barcelonés de 32 años que tuvo esta ocurrencia tras tener que esperar en un pequeño módulo de deportación en un aeropuerto de Bielorrusia, después de que se olvidara de su pasaporte. 

Según ha publicado 'El Confidencial', la cápsula individual mide 2,50 metros de largo, 1,60 de ancho y 2,50 de altura. Las dobles llegan hasta los 3 metros. Para realizar el check-in los usuarios deben registrarse con una tarjeta de crédito y escanear el DNI. Al entrar, el cubículo cambia su color exterior de verde a rojo indicando que está ocupado. 

Se calcula que en los aeropuertos los precios rondarán los 9 euros la hora ó 15 céntimos el minuto. Instalarlas cuesta entre 9.000 y 12.000 euros. 

El empresario ha explicado que "en las próximas semanas van a instalar Napbox en un 'coworking' en Barcelona”. Además, también ha adelantado que ha mantenido conversaciones para colocarlos en los aeropuertos de México D.F. y Dubái, así como en el Google Campus de Londres.