Existen ciertas profesiones denominadas de riesgo. La de Juan, sin duda, es una de ellas. Este joven de 27 años que reside en Costa Rica se gana la vida, en un río de este país, dando de comer a cocodrilos salvajes para entretenimiento de los turistas.
Incluso, tal y como informa El País, los visitantes pagan por ver este espectáculo. Las autoridades, sin embargo, han prohibido esta práctica, debido a que afecta al instinto de caza de estos reptiles, haciéndolos más vulnerables.