Cada año, el Ayuntamiento de Roma (Italia) recoge aproximadamente un millón y medio de euros del fondo de una de las fuentes más famosas del mundo, la Fontana di Trevi, en Roma. Esa ingente cantidad de dinero que los turistas lanzan a sus aguas de manera casi ritual y sin saber dónde acabará va destinado a financiar proyectos sociales.
Hace unos 15 años el consistorio romano llegó a un acuerdo con Cáritas Roma y, desde entonces, la organización benéfica se encarga de recaudar todas las monedas depositadas en la improvisada hucha en la que se acaba convirtiendo la Fontana di Trevi. Este dinero es destinado por la organización benéfica a ayudar a la población más desfavorecida de la ciudad, informa la revista italiana Atribune.
La tradición de lanzar una moneda a la fuente surgió del arqueólogo alemán Wolfgang Helbig, protagonista de los salones romanos del siglo XIX, que intentaba curar la tristeza de los eruditos a punto de abandonar la ciudad con el gesto, indicando que quien realizara el lanzamiento acabaría regresando a la capital.