China, lugar de origen del brote del Covid-19 ha logrado erradicar casi por completo los contagios locales de este virus, sin embargo, ahora su foco está puesto en los casos importados y en la posibilidad de que se pueda producir una segunda oleada de infecciones.

Bajo este marco, Hong Kong ha establecido que todos los residentes y extranjeros que lleguen al país pasen una cuarentena de 14 días. Y para asegurarse de que lo cumplen ha encontrado una solución tecnológica para que estos se mantengan en sus propios domicilios, en hoteles destinados para ello o en centros de aislamiento.

Tal y como informa Hongkongfp, para asegurarse de que cumplen con los establecido han desarrollado junto a la empresa Compathnion Technology unas pulseras de localización que tendrán que ser utilizadas de forma obligatoria. De hecho, las pulseras son puestas nada más aterrizar en el aeropuerto.

En lugar de utilizar tecnología GPS, que vulneraría la privacidad de los usuarios, funcionan mediante sistemas de geoperimetraje que, a través de redes wifi, bluetooth y de telefonía crea un mapa del entorno que rodea al usuario, pudiendo determinar así su situación y si esta está fuera de la zona de confinamiento.

El sistema también se encarga de enviar una alerta a las autoridades, que pueden aplicar multas de hasta 3.000 euros e incluso decretar penas de seis meses de cárcel.