El complejo arqueológico del Machu Picchu ha vuelto a abrir, tras 7 meses cerrado por la pandemia, y lo ha hecho en circunstancias excepcionales: para recibir la visita, tras 210 días de espera, de un solo turista, el japonés Jesse Takayama, de 26 años.
Takayama había viajado a Perú en marzo para pasar unos pocos días con el objetivo de cumplir uno de sus sueños: visitar el Machu Picchu. Sin embargo, la pandemia estalló, Perú decretó la cuarentena y el turista nipón quedó varado en Aguas Calientes, un pueblo cercano a las ruinas de la ciudad inca.
Este hecho llegó a oídos del ministro de Cultura peruano, Alejandro Neyra, que en seguida se puso manos a la obra y bajo petición especial, el complejo abrió solo para Takayama. "El ciudadano japonés ha entrado junto a un responsable del parque para que pueda hacer esto antes de regresar a su país", explicó el propio ministro.
Tras esta apertura excepcional, el Machu Picchu sigue cerrado. Sin embargo, tal y como informa el diario 20 minutos, volverá a abrir para turistas nacionales y extranjeros al 30% de su aforo normal en noviembre, aunque todavía está por confirmar el día exacto.