En un momento en que cada vez más aerolíneas han monetizado la selección de asientos en el avión ha surgido un fenómeno que en Estados Unidos han denominado 'Seat Squatting' (literalmente asiento en cuclillas). Aunque el término parezca extraño, al lector no le resultará desconocido, pues consiste en una práctica por la que viajeros ocupan plazas que no les han sido asignadas y se niegan a levantarse.
Según informa Economic Times, se trata de una tendencia al alza que va más allá de generar molestia en el pasajero al que le corresponde ese puesto —llegando incluso a pagar un extra por él—, sino que se está convirtiendo en una fuente habitual de conflicto en los vuelos.
Los ‘okupas’ hacen gala de su desvergüenza y de una resistencia pasiva, mientras que el legítimo ocupante del asiento en muchas ocasiones sucumbe para no crear disputas y no incomodar al resto del pasaje.
Sin embargo, son muchos los que hacen un llamamiento a las tripulaciones a intervenir de forma tajante. De hecho, para algunos es una práctica tan molesta que piden a las aerolíneas que prohíban volar a las personas que recurran de forma regular a esta triquiñuela.