La estrategia contra el Covid-19 de Turquía ha sido puesta en duda a nivel internacional después de que el ministro de Salud otomano, Fahrettin Koca, haya admitido que, desde hace meses, han estado calculando las estadísticas de infección de una forma totalmente diferente a los estándares internacionales.
Reise Vor9 recoge las declaraciones de Koca, que admitió en una conferencia de prensa que desde el 29 de julio solo se ha comunicado el número de pacientes que presentaban síntomas, no contabilizando a los positivos asintomáticos.
La revelación provocó quejas tanto en las redes sociales como entre los colectivos médicos, que exigen conocer la tasa real de propagación en el país de 83 millones de habitantes. Si bien, el terremoto interno es de gran escala, el internacional es aún mayor y puede suponer un lastre para la reactivación del sector turístico turco. Por ejemplo, desde el citado diario alemán destacan que este proceder “le hace un flaco favor a su país y a la industria del turismo, que está luchando duramente por ganar credibilidad”.
Este reconocimiento de cifras “disfrazadas” coincide justamente con el hecho de que Reino Unido ha eliminado a Turquía de su lista de destinos seguros, por lo que los viajeros que regresen de este país están obligados a guardar una cuarentena de 14 días. Se espera también que el Gobierno Federal de Alemania se pronuncie en los próximos días con respecto a si mantiene o no los corredores seguros hacia los destinos turísticos de Antalya e Izmir, además de Aydin y Mugla.
Del 17 al 30 de septiembre, Turquía ha comunicado un total de 22.272 casos positivos.