El avistamiento de aves podría convertirse en una de las nuevas tendencias turísticas de éxito. Naciones Unidas estima que solo en Estados Unidos estas observaciones de aves y otras especies salvajes generan cerca de 30,11 millones de euros.
La tendencia tendría grandes beneficios para las regiones de América Latina. Colombia, por ejemplo, es la región del mundo con mayor número de especies de pájaros de todo el planeta, con un total de 1.826, según apunta Birdlife International. Esto podría atraer a la región a turistas de calidad en busca de safaris fotográficos. Algunos emprendedores locales han visto la oportunidad que se les ofrece y han comenzado a dar los primeros pasos para desarrollar una industria vinculada a la actividad. desde 2015 se organiza en Cali una Feria Internacional dedicada al sector.
Con cerca de 3 millones de observadores de aves en Reino Unido y 46 millones en EE.UU el negocio promete. Carlos Wagner, director del Colombia Bird Fair, ha estimado que cada turista podría gastar entre 2.352 y 2.823 euros por viaje. Ahora el reto está en mejorar la capacitación e infraestructuras porque: "Son un tipo de turista diferente, en cierto modo como un bicho raro. Por ejemplo, los observadores de aves madrugan mucho, a las 5 de la mañana, para empezar su actividad en el bosque apenas salga el sol. Por eso buscan hoteles que sirvan el desayuno muy temprano, que estén cerca de las reservas naturales, en sitios que ofrezcan tranquilidad".