Con una población que no llega a los 800.000 habitantes, Ámsterdam (Países Bajos) recibe cada año a más de 18 millones de visitantes. Algunos destacan por su mal comportamiento convirtiendo la ciudad en una “jungla”, algo contra lo que las autoridades se han propuesto luchar.
Según recoge el diario Deutsche Welle, el consistorio de la capital holandesa, al igual que ya lo hizo Venecia (Italia), impondrá multas a los turistas que no muestren un comportamiento adecuado: “El mal comportamiento tiene un alto coste”, advierten.
Así, establece sanciones de 95 euros para los que beban alcohol en las calles, mientras que aquellos que tiren basura, orinen en la calle o creen desorden público tendrán que abonar 140 euros. Los oficiales de policía de la ciudad contarán con lectores de tarjetas de crédito para poder cobrar las multas de inmediato.
Asimismo, la ciudad también podrá cortar el acceso a algunas calles masificadas.