La pandemia aún no ha acabado y las previsiones de recuperación para Argentina —a niveles de 2019— se demoran hasta finales de 2022 e incluso ya entrado el 2023. Sin embargo, las grandes cadenas hoteleras quieren estar preparadas para cuando comience la reactivación del sector, estimada a partir de octubre.
Grandes cadenas como Marriott, Accor, Hilton o Wyndham ya han comenzado a estudiar la irrupción de algunas de sus marcas en diferentes destinos dentro del país sudamericano, tanto a través de franquicias como management. Asimismo, la pandemia ha hecho crecer el interés por pertenecer a una marca internacional, por una mejor distribución y porque los huéspedes buscan exhaustivos protocolos de higiene.
En cuanto a los segmentos, el diario argentino El Cronista ha adelantado que los primeros en recuperarse en Argentina serán el vacacional y de ocio, así como el de proximidad. Posteriormente, a medida que se vayan reabriendo las fronteras, volverá el internacional. Mientras que los viajes corporativos y el MICE serán los últimos en restablecerse.
“Los proyectos de inversión hotelera siguen activos, aunque se han retrasado. Pero la visión es que la demanda reprimida que existe va a generar una recuperación del rendimiento hotelero en los próximos años”, ha adelantado Santiago Berraondo, vicepresidente senior de la consultora hotelera JLL.