Una terrorista se suicidó ayer tras activar un explosivo en la céntrica Avenida Habib Bourguiba de la capital de Túnez. Se ha aconsejado a los turistas que visitan el país evitar la zona donde se ha producido el atentado.
Según ha informado TravelMole, la mujer activó el explosivo cuando se encontraba junto a una unidad policial que patrullaba por la avenida. Tal es así, que ocho de las nueve personas que resultaron heridas son policías. Pese a que las autoridades tunecinas han descrito el incidente como terrorista, ningún grupo ha confesado estar detrás del mismo.
El atentado se ha producido justo cuando el país estaba en su mejor momento de recuperación turística, tras tres años de inestabilidad motivados por los ataques terroristas. El primero de ellos tuvo lugar en marzo de 2015, en el Museo del Bardo, el segundo aconteció tres meses después, en una playa de Susa, donde 38 turistas fueron abatidos a tiros. Ambos atentados dejaron 50 víctimas mortales.
A este respecto, el presidente de Túnez, Beji Caïd Essebsi, que se encontraba de visita oficial en Berlín, lamentó el incidente, apuntando: "Es una tragedia. Habíamos creído que habíamos erradicado el terrorismo, pero aún está presente en el corazón de la capital", tal y como recogió El País.
En los últimos meses, Túnez había hecho gala de su recuperación turística tras luchar contra el terrorismo y ganar estabilidad. Tan solo en 2017, recibió 7,052 millones de turistas, rozando así la cifra alcanzada antes de estos atentados, ya que en 2014 acogió a 7,1 millones de turistas. En 2015, sin embargo, albergó a 5,3 millones de foráneos, mientras que un año después recibió a 5,7 millones. Ahora, dicho crecimiento turístico podría verse entorpecido por el nuevo repunte de violencia.