Indignación entre los vecinos de la isla de Santorini (Grecia) después de que un concejal haya hecho un llamamiento para que se mantengan en sus casas con el fin de no incomodar a los turistas.
Se trata de uno de los destinos que más está sufriendo los efectos de la masificación turística. De hecho, esta isla de 15.000 habitantes espera recibir este año a más de 5,5 millones de visitantes (3,4 de ellos en verano). Muchos de ellos llegan a bordo de cruceros —800 escalas en 2023—, llegando a desembarcar decenas de miles de pasajeros en una sola jornada.
Justo a consecuencia de un día de alta concentración, se ha generado la polémica y es que tanto un concejal como la cuenta de la comunidad local de Thira emitieron a través de redes sociales sendos anuncios en los que pedían a la población que no molestase. “¡Otro día difícil para nuestra ciudad e isla con la llegada de 17.000 visitantes de cruceros! ¡Pedimos vuestra atención y que reduzcáis vuestros movimientos lo máximo posible!”, rezaban los comunicados que ya han sido eliminados.
Esto ha desatado la ira de los vecinos y ha abierto el debate sobre la masificación turística y el impacto en la vida de los residentes. De hecho, ya hay una propuesta por parte del Gobierno de Grecia para limitar los cruceristas.