El Govern de Baleares quiere mantener las licencias de actividad turística en las viviendas hoy ilegales que se legalicen con la ‘amnistía urbanística’, es decir, la medida que regularizará en suelo rústico. “No supone más plazas porque ya las tenían y no supone más destrucción del territorio porque eran viviendas ya construidas”, ha alegado Sebastià Sagreras, portavoz del PP en el Parlament.

Esta medida se tomará a través de una enmienda al decreto de simplificación administrativa. La enmienda ha sido bautizada como ‘enmienda Marcha’, en alusión al alcalde de Pollença, Martí March, ya que la modificación de la norma ha sido solicitada por el pleno de dicho Ayuntamiento.

Según explica Diario de Mallorca, hasta ahora, lo que rezaba el texto legal era que se podían legalizar en un plazo de tres años las construcciones o instalaciones que estuvieran fuera de ordenación urbanística y contra las que la Administración ya no pueda actuar por haber prescrito, pero se prohibía destinar estas viviendas a la actividad turística

Tal y como habían advertido desde la Federación Balear de Viviendas Turísticas (Febhatur) que en Mallorca “hay cientos de casas” en esta situación, “en riesgo de perder la licencia turística” en caso de acogerse a la amnistía urbanística. De hecho, la misma Federación calcula que “un tercio” de la oferta de alquiler turístico se encuentran bajo esta condición en Pollença, Alcúdia y Santanyí, precisamente los municipios con más plazas en este segmento.