El turismo náutico en Baleares, en riesgo. Tal y como ha explicado el director general de Puertos y Transporte Marítimo, Antoni Mercant, “en toda la costa de Migjorn y Llevant de Mallorca, desde Palma hasta Formentor por el sur y el este de la Isla, existe un problema de entrada y acumulación de arena inerte y fina —más fina que la de las playas— en los puertos, lo que provoca la pérdida de profundidad de los mismos y un peligro en la navegación para las embarcaciones, sobre todo en la maniobrabilidad”.
Este problema está provocado porque Baleares no dispone de puntos marinos ni terrestres para el vertido de la arena resultante de los dragados de sus puertos. Ante esta situación, Mercant propone que, “al tratarse de arena sin contaminantes, podría depositarse en un vertedero terrestre, siempre que esté impermeabilizado, pues este sedimento presenta un alto contenido en sal y habría que evitar su filtración en el terreno”.
“En cuanto al vertido marino, consideramos que existe un punto óptimo a seis millas al norte de la Illa d’Alcanda, en Alcúdia, que podría servir para todos los puertos de la Isla, pero para ello es necesaria una autorización del Gobierno central, pues es el competente en esas aguas”, ha añadido el director general de Puertos y Transporte Marítimo en declaraciones a Última Hora.
De hecho, uno de los puertos con mayor acumulación de arena es el de Cala Bona, en Son Servera. Mercant asegura que este problema ha generado un conflicto con el Gobierno central. Y es que, según explica, se ha propuesto el vertido de la arena inerte en un punto marino situado a tres millas al norte de Cala Bona y esa actuación ha contado con el visto bueno de las autoridades ambientales autonómica y central. No obstante, Capitanía Marítima se ha opuesto al vertido previsto, alegando que no se ha presentado una alternativa. Se ha presentado un recurso ante el Ministerio de Transportes. Sin embargo, si la propuesta no se resuelve de forma favorable, el puerto de Cala Bona sufre el riesgo de tener que cerrar.