Las recientes imágenes de las costas de Bali (Indonesia), destino de referencia del sudeste asiático, repletas de basura han causado estupor en el sector turístico y en el público general. La clásica estampa de playas paradisíacas con aguas turquesas ha sido sustituida por grandes extensiones de desechos sobre la arena.
Según han recogido los informativos de Antena 3, la playa de Kuta, en el sur de la isla, ha sido completamente anegada por montañas de desperdicios arrastrados por la marea. Bolsas, botellas y envases de plástico proliferan en las costas de Bali debido, sobre todo, a la temporada de lluvias, que arrastra la basura a los ríos y acaba desembocando en el mar.
No queda limpio ni un centímetro de arena”
“No queda limpio ni un centímetro de arena”, apuntaba la periodista de la cadena televisiva, mostrando imágenes más cercanas a una estampa apocalíptica que a una playa paradisíaca de Indonesia.
Según el Banco Mundial, Indonesia genera casi ocho millones de toneladas de residuos plásticos al año, de los que hasta el 58% no se recoge. El 9% de esa basura acaba directamente en el mar debido a la falta de un sistema centralizado de gestión de residuos en la isla.