Ante el creciente flujo de turistas y las consecuencias negativas que este está generando en la isla, el gobierno de Indonesia ha decidido tomar medidas drásticas. Una de ellas es la implementación de una moratoria que prohibirá la construcción de nuevos hoteles, villas y clubes nocturnos en zonas clave de Bali, como Badung, Denpasar, Gianyar y Tabanan.

El objetivo es evitar la masificación turística y proteger los recursos naturales y culturales de la isla. De hecho, ya en anteriores ocasiones habían manifestado su temor a que se reproduzcan allí los mismos problemas y protestas que en destinos españoles. “Cosas como las protestas de Barcelona no deberían ocurrir en Bali, porque si la gente se siente incómoda con la presencia de turistas, surgen malos excesos", afirmó el pasado mes de julio  Sandiaga Uno, ministro de Turismo de Indonesia.

En repetidas ocasiones, las autoridades indonesias han expresado su preocupación por la transformación de los campos de arroz en zonas urbanizadas y el impacto negativo que esto tiene en la vida de los habitantes locales. Cabe destacar que, en los últimos cinco años, el número de hoteles en Bali ha pasado de 507 a 541.

Tal y como informa Reuters, Hermin Esti, alto funcionario del Ministerio Coordinador de Asuntos Marítimos y de Inversión, ha confirmado la intención de poner en marcha la moratoria, aunque no ha indicado fechas específicas, aunque se especula con que podría tener una extensión de hasta 10 años.

Esta decisión se suma a otras medidas ya implementadas, como la introducción de una tasa turística y la restricción del acceso a ciertos lugares emblemáticos. Con todo ello, el gobierno indonesio espera que estas acciones contribuyan a mejorar la calidad del turismo en Bali y a garantizar su sostenibilidad a largo plazo.