Madrid es uno de los destinos de moda y, como capital, una parada casi ineludible para las grandes giras musicales internacionales, sin embargo, se está enfrentando a un importante desafío: la ciudad no da abasto para acoger este tipo de eventos.
Según recoge Madrid Total, Barcelona le gana la partida por goleada a Madrid, cuya facturación por festivales en vivo cae. Los datos de la Asociación de Promotores Musicales (APM) indica que en 2024, la ciudad condal alcanzó un récord histórico con 132,5 millones generados por la venta de entradas, mientras que Madrid quedó en segunda posición con 94,5 millones, casi 10 menos que en el año anterior.
"Algo falla en Madrid a la hora de acoger macrofestivales", explica al citado medio David Saavedra Vázquez, periodista y escritor de Festivales de España. Recalca que la capital "no está hecha para conciertos". Prueba de ello son los problemas en torno al estadio Santiago Bernabéu, IFEMA o el festival MAD Cool.
Otra fuente, vinculada a la industria de festivales, asevera que la ciudad se está posicionando como "capital mundial de la cultura y de la música", pero que Madrid "no tiene espacios", pues considera que no hay “una estrategia clara” y “se está desbordando”. Lamenta que no se da a conocer la aportación de estos grandes eventos a la economía. "Se da poco pábulo al promotor, que aporta riqueza y somos los primeros en garantizar las mediciones [de ruido] en el exterior", concluye.