La masificación no solo está afectando a los clásicos destinos turísticos del Mediterráneo o a las históricas urbes europeas, sino que en la otra punta del mundo también están teniendo que afrontar este fenómeno.

Si en Japón han decidido limitar y cobrar la entrada a uno de los senderos más populares del Monte Fuji, ahora en Corea del Sur pone coto a la entrada de turistas a uno de sus barrios más tradicionales. Se trata de Bukchon Hanok Village, un distrito histórico que se ha convertido en uno de los favoritos de los turistas tras un importante proyecto de conservación y recuperación de los hanok, casas tradicionales coreanas.

Según informa CNN, la llegada de visitantes ha provocado un incremento de las quejas de los vecinos por el ruido, la suciedad y la falta de privacidad. Ante dichas protestas, las autoridades quieren prohibir el acceso a los no residentes desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la mañana.

Los vecinos dudan de que este “toque de queda” sea útil, pues el grueso de las visitas no se produce en el citado horario.