Cabo Verde anunció durante la World Travel Market sus planes para eliminar la obligatoriedad de visado para ciudadanos de la Unión Europea a partir de la próxima temporada estival. Esta estrategia lo posiciona como potente competidor frente a las Islas Canarias en el mercado europeo.
El ministro de Turismo, José Gancalves, declaró que se está buscando la forma de “facilitar el ingreso en el país, para que la gente no tenga que hacer cola en el aeropuerto”.
En la actualidad, los viajeros que acuden a la región, tienen que sacar un visado cuyo coste asciende hasta los 40 euros. Aquellos que no porten uno, pueden obtenerlo en el mismo aeropuerto pero la espera se alarga hasta las dos horas.
Además de esto, se establecerán controles fronterizos automáticos como parte de la estrategia para facilitar el acceso y aumentar el número de visitantes.
El ministro, a su vez, comunicó la posibilidad de privatizar la compañía estatal TACV Cabo Verde Airlines Group y llegar a un acuerdo con Icelandair Group para convertir al país en un centro competitivo que conecte con Europa, África, América del Norte y América del Sur.