Destinos
Cantabria replica el modelo de Tenerife para no ser "la Ibiza del norte"
El pasado mes de mayo, miles de cántabros tomaron las calles para expresar su rechazo a la masificación turística, esgrimiendo como uno de sus principales lemas el no querer convertirse en “la Ibiza del norte”. Las cifras de visitas durante el verano a algunos de sus espacios naturales han venido a reafirmar los temores de los manifestantes y han llevado a las autoridades locales a tomar medidas para limitar el turismo en parajes naturales, siguiendo el ejemplo de otros destinos como Tenerife y su 'Machu Picchu'.
Según detalla El Periódico de España, lugares emblemáticos como el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal y el Faro del Caballo en Santoña están experimentando una presión sin precedentes, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas para limitar el número de visitantes y proteger estos entornos naturales.
El citado bosque, único en Europa, recibió a más de 800 personas al día que, además, no mostraron un comportamiento muy respetuoso, tal y como detalla el alcalde de Cabezón de la Sal, Óscar López Soto. “Tenemos calculado que uno de cada diez turistas se lleva una corteza de secuoya”, ha contado. Por su parte, en el Faro de Caballo, famoso por ser Rocadragón en la ficción televisiva de Juego de Tronos, se están produciendo masificaciones que empeoran la experiencia de los visitantes.
Por tanto, ambas localidades están trabajando en conjunto con el Gobierno de Cantabria para imponer un límite de aforo. De hecho, en el faro ya se están llevando a cabo un control de entrada a modo de prueba, mientras que en el bosque se pretenden instalar tornos de acceso a partir de las próximas vacaciones de Semana Santa, reduciendo el aforo diario a unos 300 turistas distribuidos en diferentes franjas horarias.
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