Las estafas a turistas en bares y restaurantes son todo un clásico, sobre todo en temporada alta. Bajo este marco, un restaurante español llegó a cobrar 15 euros por un zumo de naranja, mientras que un homólogo italiano cobró 1.143 euros por cuatro filetes de 400 gr cada uno. Ahora, el foco está puesto en la isla griega de Mykonos.
Según ha informado The Times, uno de los casos que ha puesto a Mykonos en el punto de mira lo protagoniza un turista estadounidense, quien envió a TripAdvisor la factura de su pedido en una taberna con vistas al mar: 836 euros por seis platos de calamares, una ensalada César, dos botellas de aguas, un zumo de tomate y seis cervezas.
Otro foráneo recriminó que le habían cobrado 136 euros por dos vasos de prosecco en otro restaurante. Lo cierto es que varios turistas afectados por esta inflación de precios alegaron que en los recintos donde habían sido estafados, no se les permitió solicitar un menú, por lo que tuvieron que pedir los platos sin saber sus precios. Los restaurantes, por su parte, se defienden asegurando que los clientes conocían los costos de las elaboraciones.
Pero esto no es todo. Los visitantes también denunciaron fraudes en la playa, donde se les prometían tumbonas gratis si pedían bebidas en el restaurante. Sin embargo, los precios volvían a ser desorbitados: dos copas de champán costaban 135 euros.
La queja de los turistas por estos desorbitados precios ha llevado al Ministerio de Hacienda heleno a ordenar más de 50.000 redadas en estos establecimientos, con inspectores fiscales encubiertos, que ya han empezado a efectuarse. Como consecuencia, una docena de restaurantes han sido cerrados. Entre ellos se encuentra el popular Nurs-Et, donde se hallaron 20.000 euros cuya procedencia no pudo ser explicada por el dueño del local.