Este año ha sido la segunda ocasión, tras 108 años de historia, en la que la Copa América se ha jugado fuera de Sudamérica. Concretamente, el campeonato se ha celebrado en Estados Unidos, un país que presume de alta seguridad. No obstante, esta edición de uno de los torneos más seguidos a nivel mundial ha dejado una imagen deplorable, especialmente, durante la final que tuvo lugar en Miami, epicentro turístico del país norteamericano.

 


Y es que el caos y el desorden se apoderaron del Hard Rock Stadium de Miami, donde se disputó la final entre Argentina y Colombia. De hecho, el comienzo del partido se retrasó más de una hora debido al asalto que protagonizaron los aficionados en los accesos al estadio: los aficionados entraron a la fuerza y sin ningún tipo de control, muchos de ellos, sin entradas. Asimismo, otros se llegaron a pelear con el personal de seguridad y la policía.
 

 

No solo se produjeron actitudes violentas en las entradas al recinto, sino que muchos también optaron por colarse en el estadio a través de los conductos de ventilación.

Asimismo, algunos de los asistentes también reportaron desmayos debido a las altas temperaturas y la agitación del público.

Varios detenidos
 

La tensión se vivió hasta el final del partido y a lo largo del evento se produjeron varias detenciones. Entre ellas, destacan la del presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún, y su hijo Ramón Jamil Jesurún. Ambos fueron arrestados por un incidente acaecido en uno de los ascensores del estadio al finalizar el encuentro deportivo. Al presidente de la Federación Colombiana se le acusaba de agresión a un oficial y a un empleado.