El intento legal de responsabilizar a los turoperadores por no advertir a los turistas sobre la posibilidad de ataques terroristas podría sentar un precedente que haría peligrar a la industria de viajes. Familiares de los 17 fallecidos en marzo de 2015 en el ataque terrorista en el Museo del Bardo en Túnez culpan a TUI por incitar a que los británicos viajasen al país mediterráneo bajando los precios. Además, insisten en que el turoperador no advirtió sobre una alerta terrorista. Expertos legales dentro del sector turístico han advertido de las consecuencias negativas que podría tener la ampliación de las responsabilidades de los operadores turísticos para advertir sobre los destinos. El consultor Andy Cooper, anterior director de asuntos públicos de Thomas Cook afirma: "La industria de viajes siempre se ha basado en el principio de que la responsabilidad de advertir al cliente debe ser del Ministerio de Asuntos Exteriores (FCO), ya que son los expertos" y admite que sería muy preocupante para los operadores ser responsables de dicha tarea