Tras las cifras turísticas de récord obtenidas en 2022, República Dominicana se ha marcado otra ambiciosa meta para este 2023: superar la barrera de los 8 millones de visitantes anuales. A pesar de ocupar más de la mitad de la isla de La Española, se trata de un país pequeño y cuya planta alojativa se encuentra concentrada en los diversos, pero reducidos en espacio, destinos turísticos. Por ello, aumentar el número de plazas hoteleras se hace muy necesario para poder alcanzar dicho objetivo.
Así lo ha reconocido el vicepresidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), Andrés Marranzini, en una entrevista al diario El Dinero. “En este 2023, se construirán 4.000 habitaciones hoteleras, lo que permitirá acoger a más turistas”, ha afirmado.
Además del alojamiento, Marranzini ha reconocido que la industria turística dominicana tendrá que hacer frente a otros retos, como son el precio del carburante —que encarece desde el billete de avión hasta los suministros de los hoteles— y la conectividad aérea. “Hay algunos vuelos que se han cancelado procedentes de Europa y para compensarlo estamos trabajando para aumentar los pasajeros de América Latina”, ha reconocido.
Asimismo, Marranzini ha asegurado que el país caribeño también está tratando de diversificar su oferta turística con nuevos segmentos, como el deportivo.