El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha decidido paralizar las obras de restauración de la más pequeña de las tres pirámides de Guiza, la dedicada a Micerino. Ha tomado esta decisión después de que se haya levantado una polémica internacional cuando trascendieron las primeras imágenes de las obras de renovación, iniciadas recientemente y cuyo final estaba previsto para dentro de tres años.
Muchos expertos alzaron el grito al cielo al ver la cobertura exterior de granito que se está instalando en dicha pirámide con el objetivo de asemejar su aspecto al original. Vista la repercusión, se ha paralizado la obra y se ha designado a un comité de especialistas en arqueología, ingeniería y arquitectura —entre los que se encuentra el reputado egiptólogo Zahi Hawass— que analizará la viabilidad del proyecto, informa el diario Manassa.
La obra, anunciada como "el proyecto del siglo", estaba encabezada por arqueólogos del Ministerio y expertos japoneses que pretendían estudiar y documentar las piedras para preparar su posterior reensamblaje. “El visitante podrá ver la pirámide por primera vez con la cubierta exterior tal como fue construida”, explicó el Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziry, cuando iniciaron las primeras catas.
La de Micerino, junto a la de Keops y Kefrén, está inscrita como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1979 y es considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo.