Faltan apenas unos días (11 noviembre) para que el Louvre de Abu Dhabi (Emiratos Árabes), diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, abra sus puertas en la isla de Saadiyat. En concreto, será el 11 de noviembre cuando el centro de arte se convierta en el primer museo universal del mundo árabe.
No será la última instalación artística que se inaugure en la región, pues su apertura forma parte de un plan para acoger a otras cinco de primer nivel, entre ellas un Guggenheim de Norman Foster y el Museo Nacional Zayed.
El nuevo Louvre contará con 600 obras propias de autores como Da Vinci, Manet o Gauguin en su colección permanente. Su creación no ha estado exenta de polémica pues las características culturales y religiosas del país han sido el motivo por el que múltiples voces hayan dudado del éxito del recinto.
Sin embargo, fuentes del museo han asegurado que aunque la libertad de expresión está controlada y es limitada en los Emiratos aún no se ha vetado ninguna obra.
También han tenido que hacer frente a otras críticas. En Francia se les acusó de crear un ‘Las Vegas del desierto’ y de ser ‘una deriva terrible en términos de ética’ según rezaba un documento firmado por 5.000 personalidades del arte. Sin embargo, el interés económico hizo que la oferta no pudiera ser rechazada. Ceder su marca durante tres décadas aportará al Louvre 400 millones de euros a lo que se le suman 190 millones más por el préstamo de obras de colecciones públicas y 195 millones por la organización de exposiciones temporales en un periodo de 15 años.
El desarrollo del mercado del arte en Abu Dabi supondrá el inicio de una pugna entre Emiratos. Desde hace años Dubai es el principal hub de arte contemporáneo en el golfo Pérsido, con sus 50.000 metros cuadrados de espacios expositivos, pero según el artista Khlalil Abdulwahid, que dirige la Autoridad de Arte y Cultura de Dubái esto “obliga a ser mejor” aunque “en el fondo, todos compartimos una cultura y una lengua. Somos una familia”.