Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha prestado su colaboración a las localidades turísticas del Caribe mexicano, cuyas playas han sido invadidas de toneladas de sargazo, que podrían ocasionar pérdidas de 2.920 millones de dólares al sector turístico.
Según ha informado Efe, el mandatario manifestó que “hay que apoyar a esa región del país”, a la que tildó de “importantísima” por su actividad turística, que “le ha dado mucho a México”.
Por ello, López Obrador mantuvo el pasado martes un encuentro con Rogelio Jiménez, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), para “apoyar a los hoteleros, prestadores de servicios y al Gobierno de Quintana Roo”, el estado mexicano afectado por estas macroalgas que desprenden un olor fétido. Pese a todo, descartó destinar los recursos del Fondo de Turismo a la lucha contra el sargazo, debido a que han sido utilizados por los anteriores gobiernos como un “botín”.
Además, aseguró que la proliferación del sargazo no se debe a causas naturales, por lo que convocará a expertos ambientalistas que analicen este fenómeno.
Este año, se prevé que llegarán a las costas del Caribe mexicano entre 800.000 y un millón de toneladas de sargazo. El año pasado se batieron todos los récords cuando llegaron 170.000 toneladas de estas macroalgas, que impidieron bañarse en las playas a miles de turistas.