Al estilo de las grandes urbes de Oriente Medio como Abu Dabi, Egipto quiere crear una gran urbe presupuestada originalmente en 34.000 millones de euros en mitad del desierto.
Según explica El Economista, el país de los faraones pretende trasladar su capital financiera y administrativa de El Cairo a un espacio desértico a 30 kilómetros al este. La nueva urbe contará con 20 distritos que pretenden albergar entre 5 y 6,5 millones de personas. En ella se ubicarían la sede del Consejo de Ministros, la iglesia más grande del país, un parque dos veces más grande que Central Park o 20 rascacielos administrativos (entre ellos el más alto de África con 345 metros).
El emplazamiento también contaría con su propio gran aeropuerto en un futuro.
La ciudad se encuentra en plena construcción, aunque su primera fase de 167 km cuadrados estará completada a finales de año. En junio de 2019 los ministerios egipcios trasladarán sus sedes a ella.
El objetivo es descongestionar El Cairo, donde numerosos edificios gubernamentales quedarán vacíos pudiendo convertirse en una oportunidad de inversión para grandes hoteleras. Sin embargo, se desconoce cuál será su utilización.
Ya existe una alta actividad comercial para atraer a los nuevos habitantes. “Bienvenido a una comunidad suprema, a una nueva ciudad, a un nuevo estilo de vida y a un nuevo centro de atracción mundial", rezan algunos carteles.