El pasado martes se inauguró en Estambul el túnel Avrasya (Eurosia), la nueva vía submarítima bajo el Bósforo que unirá los continentes de Asia y Europa acortando el viaje entre ambas partes del país desde los 100 a 15 minutos. De acuerdo con el ministro de Transporte, Ahmet Arslan en el futuro hasta 130.000 vehículos circularán diariamente por al túnel de dos pisos y de 5,4 kilometros. Esta estructura discurre a 100 metros por debajo del fondo del mar y es capaz de resistir a un terremoto de 7,5 grados de magnitud. Se trata de la segunda estructura de estas características que se abre bajo el Bósforo, ya que el pasado 2013 el tren Marmaray estrenó su popio túnel. Esta obra forma parte de una serie de macroproyectos planeados por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan para renovar la infraestructura del país y crear una "nueva Turquía".