El último terremoto que ha sufrido la isla de Lombok (Indonesia), de 6,9 grados y que ha causado la muerte de 98 personas, ha provocado el éxodo de los turistas que veraneaban en la región. Este es el segundo seísmo que asola la ínsula en la última semana, ya que a finales de julio tuvo lugar uno de 6,4 grados que ocasionó la muerte de 17 personas, mientras que otras 160 resultaron heridas.
Debido a los acontecimientos vividos, cerca de 200 españoles desean salir del país desde el Aeropuerto Internacional de Lombok, en los vuelos que se espera que despeguen entre hoy y el jueves, según ha anunciado la embajada española en Yakarta (Indonesia) en su cuenta de Twitter. Desde la embajada también se ha desaconsejado volar a Lombok, así como a las islas Gili (Gili Trawangan, Gili Meno y Gili Air), que han sido evacuadas. Mientras, el aeropuerto de Bali funciona con total normalidad, aunque se recomienda estar al tanto de las noticias y de los consejos de viaje.
A su vez, según ha informado EuropaPress, miembros de la sección consular de la embajada se desplazaron hasta el aeródromo para dar asistencia a los turistas españoles. Fundamentalmente, se dedicaron a prestar información y expedir los papeles pertinentes a aquellos que han perdido su documentación. En cuanto a la evacuación de las islas de Gili, ubicadas al norte de Lombok, se recomienda seguir las indicaciones de las autoridades locales, así como comprobar que las embarcaciones cumplen con las condiciones de seguridad mínimas. Estos barcos arriban en el puerto de Bangsal y posteriormente los pasajeros son trasladados al aeropuerto.
Al mismo tiempo, según ha indicado Malay Mail, la aerolínea Garuda Indonesia ha incluido vuelos adicionales desde Lombok para ayudar a los turistas a abandonar el país. AirAsia también se habría prestado a ofrecer más vuelos para colaborar en esta labor.
Por el momento, no se tiene constancia de que entre las víctimas mortales se encuentre algún español o turista extranjero. Sin embargo, la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (BNPB, por sus siglas en inglés) considera que el número de fallecidos aumentará a medida de que avancen los días, ya que miles de edificios se derrumbaron o se vieron fuertemente afectados.