Florencia (Italia) quiere poner coto a la avalancha de turistas. La monumental capital toscana comienza a tomar medidas para paliar la saturación de visitantes que, como otras grandes urbes europeas, viene acusando en los últimos tiempos. La alcaldesa Sara Funao ha prohibido a los guías el uso de altavoces para dirigirse a sus turistas y vetado las cajas metálicas para llaves en las puertas, portales o fachadas de los edificios del casco histórico, encaminadas a facilitar el check in del alquiler vacacional, informa Xataka.
En el caso de los altavoces, la medida atiende a razones de contaminación acústica, mientras que la retirada de las cajas para las llaves obedece a un doble motivo. Por un lado, está el impacto estético que estos dispositivos tienen en la fisonomía urbana, pero también se busca obligar al casero a acudir al check in, dificultando así la explotación masiva de viviendas vacacionales por un solo propietario.
Decálogo de medidas
Estas son dos de las diez medidas que integran el plan de choque presentado por Funao, un decálogo que aboga por una explotación turística sostenible y que no desvirtúe la idiosincrasia de la ciudad, despojándola de su tradicional identidad. La alcaldesa desveló el nuevo código de prácticas turísticas a las puertas del cónclave de ministros de turismo del G7 celebrado la pasada semana en su ciudad.
Entre las iniciativas que acoge el documento se encuentran también la limitación de la circulación de lo que denomina “vehículos atípicos”, entre los que pone como ejemplo los carros de golf, y el freno al crecimiento de los alquileres turísticos mediante campañas de sensibilización, colaboración con las plataformas y un mayor control del flujo turístico.
Ya hace un año Florencia vetó los anuncios de nuevos alquileres turísticos en el casco histórico en webs especializadas como Airbnb, pero el pasado septiembre los tribunales inhabilitaron la iniciativa al concluir que el derecho de un propietario a alquilar su apartamento a turistas prevalece sobre los recelos de sus vecinos.