Hace apenas una semana, Grecia decretó el confinamiento para el mes de noviembre, que incluye toque de queda y el cierre de comercios y el ocio, y ahora endurece los requisitos para entrar al país: desde el 11 de noviembre para todos los viajeros internacionales es obligatoria la presentación de una prueba PCR en transcripción reversa (RT-PCR) de resultado negativo. La medida también se aplica a los ciudadanos griegos que lleguen desde el extranjero.
En caso de no presentar el test, el viajero podrá someterse a uno a su llegada y permanecer en aislamiento hasta que reciba el resultado que tarda entre 24 y 72 horas.
Según el medio alemán FVW, el certificado del negativo en el test PCR debe presentarse en inglés, la prueba no puede tener una antigüedad de más de 72 horas y es obligatoria para las entradas por tierra, mar y aire. Además, se mantiene la obligatoriedad de rellenar un Formulario de Localización de Pasajeros antes de la entrada al país, mediante el cual se aporta a las autoridades los datos y el lugar de estancia de los viajeros.
Grecia es uno de los países que, hasta el momento, mejor había evitado la crisis con gigantes vacacionales como TUI, FTI o Jet2Holidays apostando fuerte por el destino.