Las ofertas de última hora lanzadas por los establecimientos de lujo en las Islas Baleares, salvaron la temporada julio-agosto. Habitaciones que normalmente se vendían por 400 euros en época estival, se ofrecieron a mitad de precio.

Un responsable de una cadena pitiusa comenta que “este año han bajado los ingresos porque hay un proceso de canibalización entre los alojamientos de lujo. La oferta está creciendo muy rápido. Al final se está viendo que no hay tantos clientes de cinco estrellas para todos como algunos creían”.

Este mismo empresario que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que existe una “burbuja de lujo” que seguirá creciendo los próximos años, porque hay fondos de inversión que no saben qué hacer con tanto dinero barato y “creen que Ibiza es la Meca y piensan que aquí funciona todo. De aquí a cinco años nos daremos cuenta de que esto no es así. Vienen curvas”.

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La cadena Palladium Hotel Group que cuenta con importantes establecimientos de lujo a lo largo de Platja d'en Bossa, afirman que este año han percibido un desplazamiento de la demanda. “El arranque de temporada fue muy positivo y el final lo está siendo también. Mayo respondió mejor de lo esperado. Junio y septiembre tuvieron una ocupación excelente, mientras que bajaron las cifras en julio y agosto, lo que propició las ofertas de última hora”, concluye el grupo hotelero.

Cuando se habla de desplazamiento de la demanda, los empresarios se refieren a la recuperación de los “países competidores” mediterráneos, lo cual ha provocado que en julio y agosto disminuyera la ocupación un 2% y un 3% respectivamente.

En Palladium Hotel Group también preocupa la “oferta no reglada” de alquileres. “Hay un problema con la competencia desleal. No se corresponden las cifras de llegada de pasajeros al aeropuerto con las de los alojamientos legales. Hay muchos apartamentos, villas y habitaciones que sin ser turísticos se venden como tal. Es difícil competir con ese tipo de oferta no fiscalizada, que no paga ecotasa y que no está reglada”.

La temporada 2018, avisan los hoteleros, no será sencilla: Cataluña, la recuperación de Túnez y Grecia, el Brexit y la correspondiente caída de la libra y la proliferación de alojamientos ilegales, les preocupan. En resumen, el sector prevé turbulencias donde habrá que llevar con firmeza el timón, para que los hoteles de lujo mantengan la estabilidad de sus ventas a lo largo de toda la estación.