El mundo comienza de nuevo a cerrar sus fronteras ante el inicio de la expansión de la nueva variante ómicron, aparentemente más resistente a las vacunas. Es el caso de Israel y Marruecos, que han anunciado la prohibición de los vuelos procedentes y con destino al extranjero a partir del lunes 29 de noviembre. Ambos países permanecerán cerrados durante, al menos, dos semanas.
El primero en anunciar la medida ha sido Israel. El país hebreo ha tomado esta decisión tras detectar dos casos de la nueva variante de coronavirus dentro de sus fronteras y cuenta con otros 12 en observación.
Además de prohibir los vuelos procedentes del exterior, los israelíes tendrán que someterse a un mayor control a su regreso al país: cuarentena obligatoria de entre tres y siete días, dependiendo de si están vacunados o no, así como someterse a pruebas PCR al inicio y al final del aislamiento.
En el caso de Marruecos, la medida llega después de haber anunciado el pasado jueves que prohibía los vuelos procedentes de Francia. Ante la rápida propagación de esta nueva cepa, el país árabe ha decidido extenderla al resto de países.
Asimismo, según la información de ABC, el gobierno marroquí ha asegurado que ha tomado esta decisión para proteger a su población de la nueva variante, ya que el país registra actualmente la incidencia más baja de casos de coronavirus desde el comienzo de la pandemia.