Italia quiere proteger el patrimonio histórico-cultural de Venecia. Para ello, los ministros de Transición Ecológica, Roberto Congolani; de Cultura, Dario Franceschini; de Turismo, Massimo Garavaglia; y de Infraestructuras y Movilidad Sostenible, Enrico Giovannini, han dado luz verde a un proyecto que pretende prohibir el atraque de grandes embarcaciones en el centro histórico de Venecia, lo que incluiría a los cruceros.
Cabe recordar que en 2019, la Unesco lanzó una advertencia a las autoridades transalpinas: O prohíbe el acceso de grandes cruceros a sus canales o perderá su estatus de Patrimonio Mundial. Y es que Venecia es uno de los principales destinos de cruceros en el Mediterráneo, algo que genera mucho debate desde hace años debido al impacto medioambiental y a los daños que el oleaje que generan estos grandes buques pueden causar en la estructura de ‘la ciudad de los canales’. Por ello, el Gobierno italiano ha iniciado “un concurso de ideas” para sacar a las grandes embarcaciones de la laguna veneciana. Por el momento, estas atracarán de manera temporal en Porto Marghera.
Ya en 2012, el Gobierno de Italia intentó limitar el atraque de grandes embarcaciones en el casco histórico a través del decreto Clini-Passera. Sin embargo, este quedó incompleto, ya que la norma prohibía el paso de buques de pasaje de más de 40 mil toneladas por el canal de la Giudecca, siempre y cuando hubiera alternativas de paso válidas, que nunca fueron preparadas, según la información del Il Post.
Hasta el año pasado, los cruceros continuaban pasando por el canal de la Giudecca. Ahora, el municipio de Venecia, la región del Véneto (a la que pertenece la ciudad) y las compañías de cruceros han elaborado conjuntamente un plan temporal para desviar el tráfico a otras dos terminales de Porto Marghera, a través del canal de Petroli, sin pasar cerca del centro histórico.