La masificación turística se está convirtiendo en un reto global y una de las soluciones por la que se están decantando las autoridades es la creación de tasas que disuadan a gran número de visitantes. Esta línea es la que ha seguido el gobierno de la prefectura de Yamanashi, que ha decidido cobrar una tarifa para aquellos que quieran transitar una de las rutas más populares en el icónico Monte Fuji.
En concreto, tal y como informa Skift, desde este lunes se cobra 2.000 yenes (aproximadamente 11,5 euros) para acceder a un sendero que antes era gratuito. Además, se impondrá un límite máximo al número de 4.000 personas que pueden acceder a él. Para ello, se ha puesto en marcha una puerta de acceso y un sistema de reservas.
Eri Hirose, directora senior de la Oficina Nacional de Turismo de Japón, ha explicado al citado diario que con estas medidas quieren proteger la montaña de la congestión y el hacinamiento. Asimismo, ha detallado que los ingresos se destinarán a la gestión y mantenimiento de senderos, a nuevas medidas de seguridad y a guías, así como a servicios de emergencia.
El país asiático está viviendo un auténtico boom turístico que está poniendo a prueba los espacios naturales, culturales e históricos, así como a los residentes. De enero a mayo de 2024, ha recibido 14,6 millones de visitantes, un 6,5% más que en el año anterior.