La intención por parte de la administración de Donald Trump de reducir el presupuesto de 2018 de ‘Brand USA’, el órgano de promoción turística del país, ha desatado las alarmas entre los profesionales del sector.
Desde la industria denuncian que este movimiento puede suponer un “daño irreparable” para la economía en un momento particularmente desafiante.
Roger Dow, CEO de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, aseveró en un comunicado que “desmantelar unilateralmente la comercialización de Estados Unidos como destino de viaje supone entregar su cuota de mercado en el peor momento posible”. Además, recuerda que la industria vacacional es el segundo máximo exportador del país “generando 15 millones de empleo”.
‘Brand USA’ es una institución público-privada creada en 2010 por el Congreso de EE.UU. para comercializar el país norteamericano como destino turístico. Su importancia se ve incrementada teniendo en cuenta que la nación no tiene ningún tipo de organismo de turismo oficial o un ministro del ramo.
Ante el movimiento del gobierno, los defensores de este órgano recuerdan que no se financia mediante fondos públicos, sino que sus ingresos provienen de las tarifas que pagan los viajeros cuando adquieren su visado para acceder al país. A su vez, citan un estudio de Oxford Economics que revela que por cada dólar invertido por Brand USA en 2016 se obtuvo un retorno de 21,20 dólares en forma de gasto de los turistas.