Un año y dos meses después de su inauguración, el techo del Oculus, la estación de metro del Word Trade Center, en Nueva York, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava, presenta los primeros problemas.
El pasado viernes un gigantesco charco producto de unas goteras apareció en la instalación. Esto provocó enormes colas para poder salir del lugar.
La agencia de comunicación de la estación han desmentido que las goteras provengan de problemas en la edificación. Apuntan que la razón del incidente fueron las “fuertes precipitaciones” en la ciudad y que otras infraestructuras como la estación Grand Central o Penn Station como “lo ha declarado la Autoridad portuaria de la ciudad y de Nueva Jersey”.
El Oculus tardó doce años en construirse y costó 3.660 millones de euros. No es la única infraestructura de Calatrava que se enfrenta a goteras. El Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, que costó 95 millones de euros, estuvo cerrado durante meses por tener goteras. Además, el arquitecto tuvo que pagar tres millones al Principado de Asturias por negligencias en el Palacio de Congresos de Oviedo y en Bilbao, el Puente de Zubizurri cuenta con una pasarela cristal que resbala cuando llueve.
Este tipo de circunstancias tienen un gran impacto en la imagen internacional que se tiene al respecto de la Marca España en importantes mercados emisores en los que se está invirtiendo esfuerzo y recursos por captar, como es el caso de Estados Unidos.